El cirujano narra que estaba operando a un paciente para quitarle su riñón.
El paciente había tenido múltiples cirugías en el pasado en su riñón y en este punto era solo una fuente continua de infección – ya no funcionaba.
El paciente quería que lo quitara.
Quité el riñón laparoscópicamente y lo abrí para ver qué había dentro.
Encontré esto:
Estaba impresionado.
Era una fibra láser que se había roto dentro del paciente mientras estaba siendo operado por otro cirujano 18 años antes. Se les quedó alojada ahí y con el tiempo formó un cálculo que causó infinitas infecciones.
Después de la cirugía, le informé al paciente de lo que había descubierto – supo enseguida quién había sido el cirujano.
Es muy triste tener dañado un riñón y ver afectada tu vida por un mal cirujano quien no tuvo las pautas éticas apropiadas.
Él pudo haber referido al paciente a alguien más así el problema pudo haber sido resuelto antes de que el daño se volviera permanente.
¿Qué problemas de salud pueden desarrollar las personas con enfermedad renal?
La enfermedad renal puede causar otros problemas de salud como:
La presión arterial alta. La presión arterial alta puede ser tanto una causa como un resultado de la enfermedad renal. La presión arterial alta daña los riñones y los riñones dañados son menos eficientes en controlar la presión arterial. Con la insuficiencia renal, los riñones no pueden deshacerse del exceso de agua. Tomar demasiada agua puede causar hinchazón, elevar la presión arterial y hacer que el corazón trabaje más.
Los medicamentos para bajar la presión arterial, limitar el sodio y los líquidos en la dieta, mantenerse físicamente activo, controlar el estrés y dejar de fumar pueden ayudar a controlar la presión arterial.
La enfermedad cardíaca (en inglés). La enfermedad renal y la enfermedad cardíaca comparten dos de las mismas causas principales: la diabetes y la presión arterial alta. Las personas con enfermedad renal corren un alto riesgo de enfermedad cardíaca, y las personas con enfermedad cardíaca corren un alto riesgo de enfermedad renal.
Las medidas que se toman para controlar la enfermedad renal, la presión arterial, el colesterol y la glucosa en sangre (si la persona tiene diabetes) también ayudarán a prevenir los ataques al corazón o los derrames cerebrales.
La anemia (en inglés). Cuando los riñones se dañan, dejan de producir suficiente eritropoyetina (EPO), una hormona que ayuda a producir glóbulos rojos. Los glóbulos rojos transportan oxígeno desde los pulmones a otras partes del organismo. Cuando se tiene anemia, algunos órganos, como el cerebro y el corazón, tal vez obtengan menos oxígeno del que necesitan y dejen de funcionar tan bien como deberían. Una persona con anemia puede sentirse débil y sin energía.
El trastono mineral y óseo (en inglés). Los riñones sanos equilibran las concentraciones de calcio y fósforo en la sangre y producen hormonas que ayudan a mantener los huesos fuertes. A medida que la función renal disminuye, los riñones:
- producen menos de la hormona que ayuda al organismo a absorber el calcio. Como el efecto dominó, las bajas concentraciones de calcio en la sangre provoca la liberación de la hormona paratiroidea. Esta hormona mueve el calcio de los huesos a la sangre. El exceso de la hormona paratiroidea también puede producir picazón.
- dejan de eliminar tanto fósforo. El exceso de fósforo en la sangre también extrae el calcio de los huesos.
Sin tratamiento, los huesos se pueden desgastar y debilitar. La persona puede sentir dolor en los huesos o las articulaciones. Los cambios en el plan de alimentación, los medicamentos, los suplementos y la diálisis pueden ayudar.
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