¿La diferencia entre la atención médica ofrecida por hombres y por mujeres influye en la tasa de mortalidad de las cirugías? En un estudio reciente que realizó un grupo de científicos canadienses, quienes integran el equipo de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, encontraron que los pacientes intervenidos por mujeres son 4 por ciento menos propensos a morir durante los 30 días posteriores a una cirugía.

Durante el estudio se analizaron las cifras correspondientes a los pacientes que se sometieron a la misma intervención quirúrgica, a partir del comparativo entre las condiciones posteriores a la operación de quienes fueron operados por cirujanos hombres y por mujeres. En donde se encontró que la tasa de mortalidad de las intervenciones de las cirujanas corresponde al 11.04 por ciento, mientras para sus colegas del género masculino asciende al 11.49 por ciento.

¿La diferencia se debe a la interacción con el paciente?

El autor principal del estudio, Raj Satkunasivam, señaló que este hallazgo contribuye en promover la equidad de género entre los profesionales de la salud, sugiriendo que el trabajo de las cirujanas es representativa en un sector que es dominado por los hombres.

Contamos con excelentes evidencias que apoyan la idea con respecto a que las cirujanas son tan buenas y posiblemente mejores que sus homólogos masculinos”, aseguró Satkunasivam.

El estudio observacional agrega que la atención que ofrecen las cirujanas tiene un mejor nivel de comunicación hacia el paciente, además de realizarse de manera más apegada a las reglas establecidas en el servicio de la medicina general.

No buscan que se favorezca el servicio médico brindado por mujeres

Uno de los autores del estudio, Chris Wallis, mencionó que esta investigación sólo realiza un comparativo, no tienen la finalidad de suponer que las cirujanas son mejores que los hombres. Sin embargo, es importante considerar que las mujeres se enfrentan a mayores obstáculos para ingresar a la especialidad y con dicho estudio se demostraría que la presión social generaría que las cirujanas obtengan más altos estándares en sus servicios.