El hospital es la más relevante y universal de las instituciones sanitarias. Lejos de permanecer estático, ha visto como el rol que la sociedad le demandaba cambiaba con el paso del tiempo. Aunque, hoy en día, también la cirugía de corta estancia en ambulatorios también ha cobrado especial relevancia.
En sus inicios, eran instituciones nacidas fundamentalmente para cumplir un precepto religioso
Con la segregación del Imperio Romano de Oriente y el nacimiento del de Bizancio, bajo el mandato del emperador Constantino, aparecen los primordios estructurales de lo que será el hospital moderno. En sus inicios, eran instituciones nacidas fundamentalmente para cumplir un precepto religioso: el amor al prójimo, aportando ayuda espiritual y material a los desvalidos y desheredados sociales ante la pobreza, la enfermedad y la muerte, mientras que los ricos eran asistidos en su domicilio.
Aunque esta concepción como “centros de beneficiencia” fue desapareciendo. Desde entonces, la evolución de la tecnología médica y quirúrgica y la necesidad de crear equipos, departamentos especializados y unidades multidisciplinarias para tratar las diversas y múltiples entidades nosológicas conllevó enorme transformaciones del medio hospitalaria, llegando a ser considerada por la sociedad como el lugar donde mejor iban a ser atendidos.
Antecedentes históricos de los centros de cirugía de corta estancia
La cirugía de corta estancia existe desde que hizo su aparición la misma cirugía, pero la Cirugía Mayor Ambulatoria o Cirugía Sin Ingreso como sistema asistencial quirúrgico organizado nació a mitad del presente siglo en Reino Unido, por iniciativa de los médicos y cirujanos del sistema público de salud, con la intención de disminuir sus largas listas de espera quirúrgicas y adecuar, de forma más racional, la demanda asistencial a los recursos sanitarios disponibles.
Ya había habido experiencias previas de cirugía de corta estancia, que facilitaron su desarrollo. Por ejemplo, la llevada a cabo por el ginecólogo McDowell, quien en el año 1817 intervino a un grupo de pacientes a los que hizo deambular precozmente.
En el año 1909, James H. Nicoll, en el Glasgow Royal Hospital for Sick Children intervino a 8 mil 988 niños sin hospitalización. Waters, en 1916, inauguró un centro quirúrgico, origen de lo que serán, con posterioridad, los freestanding, en el que se trató casos de cirugía menor y estomatología.
Algunos de estos antecedentes hicieron que esta forma de proceder en cirugía fuera rápidamente incorporada y desarrollada por Estados Unidos, a partir de los años sesenta, sin duda, favorecida por las características du su sistema de salud, ya que, muy pronto, las compañías de seguros y centros hospitalarios privados intuyeron el importante potencial de reducción de gastos que conllevaría.
En 1969 se produjo una gran innovación en este tipo de cirugía ambulatoria
Entre otras, destacan las experiencias del hospital Butterwoth de Michigan y la de Cohen y Dillon en la Universidad de California, quienes, tras la experiencia de su trabajo, afirmaron que “la seguridad de los pacientes no está en dependencia de que estén o no ingresados, relacionándose más con una adecuada selección de los mismos y una cuidadosa práctica quirúrgica y anestésica”.
Por otra parte, la creación, en 1969, por parte de Ford y Reed del Surgicenter de Phoenix (Arizona) representó una innovación en la asistencia sanitaria quirúrgica, al poner en evidencia como un centro totalmente independiente de un hospital podía prestar una asistencia de la misma calidad pero con un menor coste.
En la actualidad, podemos considerar a la cirugía de corta estancia como una modalidad organizativa de la asistencia quirúrgica de procedimientos diagnósticos o terapéuticos que, realizados con anestesia general, locorregional o local, con o sin sedación requieren cuidados postoperatorios de corta duración.
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