A inicios de año autoridades del Reino Unido dieron a conocer el primer caso de un paciente diagnosticado con neisseria gonorrhoeae debido a que presentó una fuerte resistencia al tratamiento con azitromicina y ceftriaxona que normalmente representa la última alternativa para quienes sufren de gonorrea, lo que causó alarma a nivel global por la posibilidad de que se presentaran más casos.
Ante este panorama, científicos de diversas naciones unieron esfuerzos en búsqueda de encontrar nuevas formas de atender la llamada “súper gonorrea” y el resultado se concretó en una nueva pastilla antibiótica que ha mostrado buenos resultados en los ensayos clínicos iniciales.
En este caso, la Zoliflodacina ha resultado efectiva para tratar las infecciones más fuertes detectadas de gonorrea en los tractos urinarios y genitales, lo que representa una promisoria solución, afirmó la Dra. Stephanie Taylor, especialista en enfermedades infecciosas del Centro de Salud Sexual de la Universidad Estatal de Luisiana (UEL).
La gonorrea se ha hecho resistente a todos los antibióticos jamás utilizados contra ella, así que ahora mismo sólo contamos con nuestra última clase de antibióticos que se puede utilizar. Los resultados preliminares son extremadamente alentadores porque muestran un nuevo antibiótico potencial.
El peligro de la resistencia bacteriana
Por otra parte, el problema con la gonorrea no sólo radica en que cada vez se detectan más casos sino que la bacteria ha desarrollado una fuerte resistencia, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS), estima que para el año 2050 la resistencia bacteriana se convertirá en la primera causa de muerte a nivel global e inclusive causará más fallecimientos que el cáncer y la diabetes.