De acuerdo con la información depositada en el Report of the Conservative Party Human Rights Commission, publicado en el mes de julio de 2016, en 2014 las autoridades de la República Popular de China confirmaron en la legislación aplicable que se pondría un fin a la práctica por la cual se llevaba a cabo la extracción forzada de órganos entre los prisioneros.
Sin embargo, en dicha oportunidad, el doctor Huang Jiefu, director del Comité de Trasplante y Donación de Órganos de China (CTDC), afirmó que aún con el mecanismo de control de la donaciones en el gigante asiático, los prisioneros todavía se encuentran entre los principales candidatos cualificados para celebrar dichas donaciones.
La cara oculta del turismo médico en China
El perfil del reo sometido a la extracción de órganos
Con esto en mente y retomando la información depositada en un artículo publicado por la cadena de noticias del diario ibérico El Español, las declaraciones y la adopción de “mecanismos” para establecer un régimen regulatorio de las donaciones de órganos en el paciente recluso, sometido a una condena en prisión, fue una “cortina de humo” que respondió más a la presión mediática internacional que a dar una respuesta de fondo en el asunto.
En esta línea de análisis, el perfil de las personas sometidas por las autoridades estatales lleva consigo un componente político muy importante, ya que las personas que son obligadas a morir para la extracción de sus órganos son, además de criminales:
- Presos políticos; y,
- Presos indígenas;
- Presos étnicos minoritarios;
- Presos religiosos.
Por ejemplo, la espera en España para un trasplante de hígado, líder mundial en donación y trasplante de órganos, es de unos seis meses, señalan desde el Ministerio de Sanidad, mientras en China es raro que sobrepase los 30 días. Asimismo, los precios que se manejan en el país asiático oscilan entre los 25 mil 500 euros para un trasplante de córnea a los 150 mil del trasplante de riñón.
El comercio ilegal de órganos en China
La muerte y posterior extracción de órganos del paciente recluso es a todas luces una violación sistemático a los derechos humanos de la personas que estaba sometida a una condena en el país asiático. Por esa razón, la mayoría de las extracciones son comercializadas en el denominado “mercado negro” de China.
Por ello, China recibe a ciudadanos de otros países del mundo que llegan con la esperanza de obtener el trasplante que tanto necesitan. Esto es lo que se conoce como el “turismo de órganos” y que naciones como:
- https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg;
- Taiwán;
- Italia; y,
- España han denunciado. Por eso han prohibido que se puedan recibir órganos ilegales provenientes del país asiático.
Podrá ser una de las potencias del llamado “primer mundo”, pero ejecuta con precisión quirúrgica prácticas de los lugares más recónditos del mundo.
Te recomendamos leer: The Darkness Moment. The Crackdown on Human Rights in China, 2013-16
Imagen: Bigstock