Si bien, en gran parte del mundo se han hecho esfuerzos extraordinarios en contra de la Covid-19, podrían haber sido insuficientes. El pasado 12 de junio se dio a conocer que Pekín, una de las ciudades más pobladas China, presentó un rebrote del virus SARS-CoV-2. El primer reporte indicó que existían al menos 50 contagios, todos de transmisión local. El hecho provocó el cierre inmediato de Xifandi, considerado el mayor mercado mayorista de la localidad.
A pesar de la medida implementada, el rebrote ha continuado en aumento y eso ha llevado a emprender acciones más drásticas. Al cierre del espacio arriba mencionado se han sumado clausuras de otros lugares concurridos y de alta concentración en Pekín. Aunque eso no es todo porque otras ciudades de China han recurrido a medidas similares.
Regresa el confinamiento a China
En ese sentido, ante la alerta de un nuevo brote como el surgido en diciembre del año pasado en Wuhan, China declaró estado de emergencia máxima. Con esto, han sido cancelados mil 255 vuelos de entrada y salida a Pekín. Aunque todavía no se determina cerrar fronteras como ocurrió hace unos meses, con esta acción se busca disminuir las probabilidades de que existan más contagios.
Por su parte, el gobierno de Pekín ya determinó llevar a cabo acciones más estrictas y severas para proteger a la población. Dentro de las principales se encuentra un nuevo confinamiento e iniciar una campaña masiva de pruebas de detección entre los ciudadanos.
Hasta este momento suman 137 casos confirmados dentro de este rebrote de Covid-19. A su vez, con respecto a la primera ola de contagios en Wuhan, la máxima diferencia es que Pekín tiene una densidad demográfica mucho mayor.
El problema de reanudar actividades tan pronto
De igual forma, la actual situación que se vive en China hace recordar otros casos similares que han ocurrido en otros países. En concreto, Corea del Sur y Nueva Zelanda son naciones que han mostrado una lucha ejemplar contra la Covid-19. Gracias a las acciones emprendidas fue que lograron un rápido control del brote y se evitaron catástrofes mayores. El inconveniente es que en ambos casos se presume que hubo un aceleramiento en su desconfinamiento. Como resultado, después de meses sin nuevos casos, en días recientes se han confirmado contagios.
Por otra parte, aunque en México todavía no existe un control real del brote de Covid-19 que a la fecha ha provocado 154 mil 863 casos y 18 mil 310 defunciones, la decisión de regresar a la Nueva Normalidad de manera tan apresurada podría ser contraproducente. En concreto, existe el riesgo de que los nuevos contagios aumenten a partir del reinicio de actividades.