- Mientras en los países con más recursos la mayoría de las personas fallecen de cardiopatía isquémica, en las naciones con menos posibilidades lo hacen de afecciones neonatales.
- La posibilidad de acceder a servicios médicos es la responsable de esta diferencia.
- En los países pobres hay enfermedades como el paludismo y la tuberculosis que todavía mantienen una alta incidencia.
El ciclo de la vida indica que todas las personas deben morir en algún momento. Se trata de un proceso que no se puede evitar y por eso es necesario mantener un estilo de vida saludable para evitar sufrir durante la senectud. Ahora bien, algo bastante llamativo es que las principales causas de mortalidad no son las mismas en todos los países.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que las principales causas de defunción en el planeta se atribuyen a tres grandes rubros: las enfermedades cardiovasculares (cardiopatías isquémicas, accidentes cerebrovasculares), las enfermedades respiratorias (enfermedad pulmonar obstructiva crónica, infecciones de las vías respiratorias inferiores) y las afecciones neonatales, que engloban la asfixia y el traumatismo en el nacimiento, la septicemia e infecciones neonatales y las complicaciones del parto prematuro.
Las causas de defunción también pueden agruparse en tres categorías: enfermedades transmisibles (enfermedades infecciosas y parasitarias y afecciones maternas, perinatales y nutricionales), enfermedades no transmisibles (crónicas) y lesiones.
Diferencias entre países de altos y bajos ingresos
En el mismo tenor de las principales causas de mortalidad, la OMS afirma que las personas que viven en países de ingresos bajos tienen una probabilidad mucho mayor de morir de una enfermedad transmisible que de una enfermedad no transmisible.
A pesar de haberse producido un descenso a nivel mundial, seis de las diez causas principales de defunción en los países de ingresos bajos corresponden a enfermedades transmisibles.
De hecho, las afecciones neonatales ocupan la primera posición y le siguen las infecciones de las vías respiratorias inferiores. Una explicación de este fenómeno es porque las personas de este tipo de naciones no tienen la posibilidad de acceder a servicios médicos. La falta de recursos provoca que no puedan recibir los aspectos más básicos.
De igual forma, otras enfermedades que en otras partes del mundo se encuentran casi erradicadas aquí todavía son mortales. Los mejores ejemplos son el paludismo y la tuberculosis. Para ambas ya existen tratamientos y/o vacunas pero todavía hay países que no pueden recibir este tipo de atenciones.
¿Cuáles son las causas de mortalidad en países ricos?
En el punto opuesto se encuentran las naciones con más recursos financieros. En esos lugares también fallecen las personas aunque los motivos son bastante diferentes. La primera posición corresponde a la cardiopatía isquémica, la cual es responsable del 16% del total de decesos.
El accidente cerebrovascular y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son la segunda y tercera causa de muerte. Representan aproximadamente el 11% y el 6% del total de fallecimientos, respectivamente.
Las infecciones de las vías respiratorias inferiores siguen siendo la enfermedad transmisible más mortal del mundo porque se sitúan en la cuarta causa de defunción. No obstante, el número de defunciones ha disminuido considerablemente. En el 2019 se cobraron 2.6 millones de vidas, lo que significa 460 mil menos que en 2000.
Mientras que la diabetes ahora ya es una de las 10 principales causas de mortalidad en las naciones más avanzadas, tras un importante aumento porcentual del 70% desde el 2000.
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