Algo que tú sabes bien es que en Medicina jamás se termina de aprender. No importa si cuentas con demasiados años de experiencia porque siempre hay nuevo conocimiento que aparece y es necesario adquirir. En ocasiones es mediante cursos o seminarios que ayudan para conseguir una recertificación. Aunque también puede ser con la simple atención diaria a pacientes. Además existen casos clínicos que llaman la atención por ser muy poco frecuentes y ahora se dio a conocer el de una mujer con vello púbico en la cara.
Historias médicas de la vida real
Todo parte del programa de televisión Botched que se enfoca en las cirugías estéticas. Ahí se muestran las situaciones más atípicas que han ocurrido en los quirófanos. Todas son reales y confirman que en esta profesión nunca hay dos días iguales.
Get excited for all-new episodes! Doctor’s orders! 👀 #Botched starts NOW on E! pic.twitter.com/heBeIvs46C
— Botched (@BotchedTV) January 26, 2022
En una emisión reciente se mostró lo ocurrido con una mujer de nombre Crystal Cooms que ahora es adulta. En su relato menciona que cuando tenía nueve años fue atacada por un perro. Producto del incidente recibió una mordedura en el rostro que le dejó una marca bastante notoria.
Como alternativa se sometió a una intervención quirúrgica para reconstruir la parte del pómulo afectada. Para conseguirlo fue necesario injertar piel de su propia ingle. Hasta este punto no hay nada raro porque se trata de una práctica común. En ese momento se consideró como exitosa la operación y no hubo mayores problemas.
La consecuencia del injerto de piel
Después de varios años empezó el inconveniente que originó la invitación al programa de televisión. De forma extraña la mujer observó algo en su rostro algo que no pudo identificar. Al poco tiempo se percató que tenía vello púbico en la cara. Su instinto natural fue rasurarlo pero a las pocas semanas volvía a crecer.
Ante lo anterior tuvo que acudir con un especialista y a través de un análisis se identificó que se trataba de una consecuencia del injerto de piel que había recibido de niña. Una de las indicaciones de los médicos es que no era un problema que pusiera en riesgo su salud. Aunque en el aspecto emocional sí fue bastante grave porque provocó burlas hacia la paciente.
Como solución para quitar por completo el vello púbico de la cara se sometió a la mujer a una nueva intervención. Se tuvo que quitar el injerto original de piel y colocar uno nuevo. Gracias al trabajo de los cirujanos se consiguió el objetivo sin mayores complicaciones. Lo único que quedó fue una pequeña cicatriz en el pómulo aunque es imperceptible.
De esta forma se dio a conocer este caso clínico en el que se pueden apreciar las dos intervenciones que recibió la paciente. La primera para salvar su integridad después de ser mordida por el canino. Mientras que la segunda fue para evitar recibir burlas que pudieran afectar su autoestima. Con ayuda de los especialistas se consiguió un resultado satisfactorio.