A una semana de que se elija al nuevo director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), David Nabarro, uno de los tres candidatos, aseguró que en el caso de los brotes epidemiológicos, “es mejor exagerar en su prevención que lamentar sus negativas consecuencias”.
En mi opinión, cuando se trata de brotes de enfermedades no te puedes permitir equivocarte. Me parece mejor reconocer que tenemos un problema serio que decir que no lo es.
En dicha entrevista, el candidato a dirigir la OMS platicó sobre las dos principales epidemias ocurridas durante el mandato de Margaret Chan, quien dejará el cargo el 30 de junio después de permanecer en el puesto durante 10 años.
En 2009 el mundo enfrentó la epidemia del virus H1N1 y en 2014 y 2015 la epidemia del ébola. En el primer caso la OMS fue duramente criticada porque sobrestimó el peligro e hizo gastar a los gobiernos millones de dólares en unas vacunas que después no fueron utilizadas. En el caso del ébola, la organización subestimó el peligro de un brote que ocasionó la muerte de aproximadamente 11 mil personas y diezmó a tres países.
Si soy elegido director general de la OMS, tengan por seguro que siempre reaccionaré a los primeros rumores. Sólo de esta forma sabremos si es necesario alertar o no. Como médico, me comprometo a escuchar a la gente afectada, aunque lo que estén alertando sea negado por líderes políticos. Reaccionar rápidamente es esencial para evitar que miles de vidas se pierdan.
Imagen: ONU