Como lo sabes, existen múltiples enfermedades y padecimientos a los que están expuestos tus pacientes. Mientras algunos se pueden presentar en cualquiera, otros son exclusivos de un género y mantienen una alta incidencia y mortalidad. Uno de ellos es el cáncer de próstata que de acuerdo con las estimaciones de GLOBOCAN 2018, en México se encuentra en segundo lugar por su frecuencia al provocar 25 mil 049 nuevos casos al año. Mientras que es la primera causa de muerte por tumores en los hombres, al generar seis mil 915 decesos anuales.
Mientras que el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) señala que el acceso al diagnóstico y tratamiento oportuno es una de las condiciones asociadas a la mortalidad y la diferencia en este acceso podría explicar la disparidad en la mortalidad por cáncer de próstata observada entre diferentes regiones en el mundo.
La mayor adversidad que se debe vencer
Aunque con respecto a este tipo de tumor, los prejuicios son la primera barrera a vencer. A la fecha gran parte de los varones prefiere no acudir a revisión por pena, lo que propicia que la enfermedad pueda aparecer y no ser atendida a tiempo.
Por su parte, el cáncer de próstata en sus etapas iniciales no presenta síntomas específicos, mientras que el 70 por ciento de los casos se detecta en etapas avanzadas. Por ello es fundamental que los hombres después de los 40 años conozcan los métodos de detección temprana e identifiquen los primeros signos de la enfermedad.
Detección oportuna del tumor
Por todo lo anterior es que cada 29 de noviembre se conmemora el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Próstata. Según con la Organización Panamericana de Salud (OPS), una detección oportuna del tumor puede lograr una reducción de la mortalidad de entre el 20 y el 30 por ciento.
De igual forma, la OPS afirma que la detección precoz sigue siendo la piedra angular del control de diferentes enfermedades, entre ellas el cáncer de próstata. En tanto que para su detección temprana existen dos métodos principales: la realización del tacto rectal y la prueba del antígeno prostático específico para detectar anomalías.
Con esto en mente, la máxima recomendación es que a partir 40 años de edad todos los hombres deben someterse a exámenes periódicos de antígeno prostático, así como una exploración física de tacto rectal para evaluar el volumen y las características de su próstata. Aunque si cuentan con antecedentes directos de la enfermedad entonces lo ideal es que ocurra desde que cumplen 35 años.