Aunque sus orígenes se remontan varios miles de años en el pasado, en la actualidad el cáncer de mama ya representa un problema de salud pública mundial. Conforme pasa el tiempo ha incrementado su incidencia y ya es uno de los tumores más frecuentes y mortales. Pero aunque ya existen tratamientos para las pacientes afectadas, una de las quejas más recurrentes son los dolores que deben enfrentar. Por eso es que se ha propuesto utilizar la cannabis como un complemento para evitar el sufrimiento en las mujeres.
En ese sentido, la Dra. Mafer Arboleda, quien es especialista en el tema, señala que diversas investigaciones clínicas han mostrado que los cannabinoides como el delta-9-tetrahidrocannabinol (THC) y el cannabidiol (CBD) pueden ser una herramienta muy útil en el control de síntomas. No solo los que son producidos por el cáncer sino también por los que están asociados a los efectos secundarios de los tratamientos. Dentro de la lista está el dolor, las náuseas, la falta de apetito y el vómito causado por la quimioterapia.
Efectos provocan que las pacientes abandonen los tratamientos
Al respecto, la anestesióloga que cuenta con una especialidad en Medicina del dolor y cuidados paliativos, agrega que en ocasiones las molestias son tan grandes que las pacientes abandonan los tratamientos. Se trata de un problema muy grave porque eso las deja vulnerables ante el cáncer de mama que se mantiene en expansión.
Es justamente el THC el compuesto que más se ha estudiado para incrementar el apetito. Este efecto puede ser positivo y apoyar en el manejo de la anorexia o la falta de ganas de comer en las pacientes con cáncer de mama. También este cannabinoide ha mostrado su utilidad para controlar las náuseas y el vómito secundarios a la quimioterapia.
Por su parte, el CBD puede ser útil para el control de la ansiedad que afecta frecuentemente a los pacientes con cáncer. En un estudio realizado en Reino Unido a 119 personas con cáncer avanzado (incluidas mujeres con cáncer de mama), el 92% de las personas que recibieron CBD sintético de calidad y grado farmacéutico (diferente a los productos artesanales que se consiguen hoy en la mayoría de mercados ilegales), mostraron reacciones positivas como reducción de las células tumorales o del tamaño del tumor. Sin embargo, esto no significa que haya un impacto en la sobrevida y que por lo tanto sea una cura contra el tumor. A la fecha el tratamiento con cannabinoides se enfoca en el control de síntomas de forma complementaria o como adyuvante de los tratamientos convencionales.
Evidencia actual es insuficiente
Es por todo lo anterior que, aunque el cannabis ha sido un gran aliado en el manejo de pacientes con cáncer de mama, todavía falta desarrollar evidencia de buena calidad que indique qué cannabinoides son los indicados, qué dosis es la que se debe administrar, y qué ciclos de tratamiento se deben cumplir. Por lo tanto, todavía no se cuentan con los datos que respalden el uso de cannabinoides como agentes antitumorales.