Una de las enfermedades más peligrosas del mundo sigue en aumento. Se trata del cáncer de mama y para ayudar a combatir el problema es necesario hablar acerca de sus factores de riesgo. A través de la información es posible lograr cambios para disminuir las probabilidades de padecer este tipo de tumor.
En ese sentido, es importante recalcar que febrero está catalogado como el Mes Mundial contra el Cáncer. Tan sólo cada año se registran casi 20 millones de nuevos casos y 10 millones de fallecimientos por neoplasias.
Cáncer de mama: Factores de riesgo poco conocidos
Con este contexto, la Dra. Michelle O’Shea, cirujana de mama y oncóloga quirúrgica del Hospital Houston Methodist, compartió cuatro factores de riesgo poco conocidos que van más allá de la genética y los antecedentes familiares.
El peso después de la menopausia
Uno de los factores de riesgo más subestimados para el cáncer de mama es el aumento de peso después de la menopausia. Tener un índice de masa corporal (IMC) elevado después de la menopausia puede incrementar significativamente el riesgo entre un 20% y un 60%.
Este riesgo no se limita a las mujeres que nunca han tenido cáncer de mama. Las sobrevivientes del tumor con sobrepeso también tienen un mayor riesgo de recurrencia, con un 35% a 40% más de probabilidades de que el cáncer regrese y mayores posibilidades de resultados adversos.
Un estilo de vida sedentario
El aumento de peso a menudo está relacionado con la inactividad y la Dra. O’Shea señala que un estilo de vida sedentario puede incrementar el riesgo de enfermedades cardíacas y diversos tipos de cáncer, incluido el de mama.
La Sociedad Americana del Cáncer (ACS, por sus siglas en inglés) recomienda 300 minutos de ejercicio moderado a la semana para ayudar a reducir el riesgo de cáncer, lo que equivale a unos 42 minutos diarios. Esto incluye actividades de bajo impacto, como caminar a paso ligero, andar en bicicleta, practicar pilates o nadar.
El consumo de alcohol
El consumo de alcohol es otro factor de riesgo para el cáncer que a menudo se subestima. Muchas personas disfrutan de una copa de vino con la cena o un trago en eventos sociales, pero la Dra. O’Shea enfatiza que el consumo regular de alcohol está fuertemente asociado con un mayor riesgo de desarrollar cáncer de mama.
Terapia de reemplazo hormonal
Para muchas mujeres, la terapia de reemplazo hormonal (TRH) es un tratamiento común para manejar los síntomas de la menopausia. Sin embargo, existe mucha confusión y controversia sobre su seguridad y su impacto en el riesgo de cáncer de mama. La Dra. O’Shea detalla algunos tipos de terapias hormonales y las principales preocupaciones asociadas:
- Terapia de reemplazo hormonal (TRH): Incluye cualquier forma de tratamiento que use estrógeno, progesterona o una combinación de ambos para aliviar los síntomas de la menopausia. No debe confundirse con las terapias hormonales utilizadas para tratar ciertos tipos de cáncer de mama.
- Terapia hormonal combinada: Cuando las mujeres toman tanto estrógeno como progesterona, el riesgo de cáncer de mama aumenta. Un estudio de la Iniciativa de Salud de las Mujeres encontró que las mujeres que tomaban TRH combinada de estrógeno y progesterona naturales tenían un 24 % más de riesgo de desarrollar cáncer de mama.
- Terapia sólo con estrógeno: Curiosamente, el uso de estrógeno solo ha demostrado reducir el riesgo de cáncer de mama, pero aumenta el riesgo de cáncer de útero. Por lo tanto, este tratamiento suele ser más adecuado para mujeres que se han sometido a una histerectomía.
- Parches de estrógeno: Algunos estudios europeos han encontrado que las mujeres que usaron parches de estrógeno (tras una histerectomía) mostraron un menor riesgo de cáncer de mama.
Para las mujeres que enfrentan la menopausia y están considerando la terapia de reemplazo hormonal, la clave es discutir sus factores de riesgo personales con el médico para encontrar el equilibrio adecuado entre riesgo y beneficio.