El actual estilo de vida basado en el sedentarismo y una alimentación deficiente pueden generar múltiples consecuencias. Dentro de los problemas más comunes se encuentran los cálculos renales, también conocidos de forma coloquial como piedras en el riñón. ¿Pero realmente por qué ocurren y cuáles son sus síntomas?
En primer lugar, uno de los mayores factores de riesgo es el alto consumo de sodio y proteínas animales. Al mismo tiempo, otros factores como el estrés cotidiano pueden causar daños en los riñones.
¿Qué son los cálculos renales?
Los cálculos renales son depósitos sólidos de minerales y sales ácidas que se agrupan en la orina concentrada. Pueden ser dolorosos cuando pasan por el tracto urinario pero no suelen ocasionar daños permanentes.
De igual forma, es un problema altamente común porque esta condición afecta al 10% de la población mundial. Además se estima que se presenta con mayor frecuencia en hombres de entre 40 y 50 años.
“Los cálculos renales, también conocidos como piedras en los riñones, son masas duras que se forman a partir de cristales de compuestos presentes en la orina, como calcio u oxalato. Pueden localizarse en los riñones o en el uréter y variar enormemente en tamaño, desde pequeños granos de arena hasta piedras tan grandes como una pelota de golf. En los casos más graves, los cálculos grandes bloquean el flujo de orina, provocando dolor intenso y otros síntomas debilitantes”, afirmó el Dr. Omar Hernandez, especialista en urología, vocero de PiSA Farmacéutica.
¿Cuáles son los síntomas de los cálculos renales?
- Dolor agudo e intenso en la parte baja de la espalda, abdomen o ingle
- Sangre en la orina
- Náuseas
- Vómitos
- Fiebre
La formación de estas piedras está asociada a factores como la alimentación, antecedentes familiares y la deshidratación porque una menor producción de orina facilita que los minerales que forman las piedras se concentren y adhieran.
Además de la deshidratación, otros factores que aumentan la probabilidad de desarrollarlos son la ingesta elevada de sodio, proteínas animales y azúcares, así como padecimientos como diabetes, obesidad o trastornos genéticos que incrementan la concentración de ciertas sustancias en la orina.
Aunque los cálculos renales pueden formarse en cualquier persona, las personas que ya han tenido un cálculo renal tienen un mayor riesgo de desarrollar otro en el futuro.
¿Los cálculos renales se pueden prevenir?
Para prevenir la formación de cálculos renales los expertos recomiendan incrementar la ingesta diaria de agua, tener una dieta balanceada y mantenerse bien hidratado al realizar actividades físicas.
Cuando los cálculos son pequeños suelen ser expulsados del cuerpo sin necesidad de intervención médica. Sin embargo, en los casos más severos, podría requerirse una cirugía para fragmentar o extraer las piedras.