De manera paulatina la enfermedad renal crónica ha incrementado su incidencia en nuestro país, además de ser considerada como la antesala a la insuficiencia renal. De acuerdo con el estudio Epidemiología de la Insuficiencia Renal en México, realizado por la Secretaría de Salud (SSa), en México cada año se registran 40 mil nuevos pacientes, por lo que es urgente tomar nuevas medidas para buscar revertir dichas cifras.
En ese sentido, el doctor Víctor Argueta Villamar, especializado en nefrología en el Hospital General de México (HGM), ubicado en la Ciudad de México, explicó que lo ideal es atender la enfermedad desde sus primeros síntomas porque de lo contrario se pueden presentar consecuencias mortales.
La ausencia de un diagnóstico temprano genera consecuencias graves, pues la pérdida progresiva del funcionamiento de los riñones deriva en un pronóstico mortal. De hecho, la enfermedad renal crónica tiene cinco estadios, en el último de ellos ya se requieren procesos de diálisis. Lo ideal es brindar tratamiento en etapas tempranas para prevenir que la enfermedad evolucione a insuficiencia renal crónica.
En ese mismo sentido, el experto comentó que la tarea del médico es solicitarle al paciente exámenes clínicos de forma periódica para así, en caso de detectar los primeros síntomas de la enfermedad, poder diseñar un esquema de tratamiento, una dieta específica y poder determinar los medicamentos que mejor se adapten a cada caso.
Los medicamentos que requiere el paciente son múltiples. Tienen que manejarse antihipertensivos; si es diabético insulina; complementos alimenticios como hierro, calcio, ácido fólico y complejo B; fármacos que modifiquen el metabolismo del calcio y el fósforo, así como eritropoyetina.