Cada 31 de mayo, por iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, en el que diversas instituciones de salud pública y privada explican las consecuencias negativas que genera el consumo del tabaco y el por qué los profesionales de la salud deben ayudar a reducir las estadísticas.
En su informe más reciente, el máximo organismo de salud dio a conocer que anualmente fallecen más de 7 millones de personas en todo el mundo a causa del tabaquismo, es por ello que la OMS hizo un llamado público a todos los países del mundo y a todos los sectores para que se unan y se incrementen las medidas preventivas acerca de su consumo.
El tabaco es una amenaza para todos. Agrava la pobreza, reduce la productividad económica, afecta negativamente a la elección de los alimentos que se consumen en los hogares y contamina el aire de interiores.
De igual forma, se informó que el tabaquismo genera enfermedades como cáncer de pulmón, de tipo cardiovascular y pulmonar obstructiva crónica, además de que se le relaciona con padecimientos respiratorios como bronquitis crónica y enfisema, aneurisma, hipertensión y problemas circulatorios.
Por otra parte, la OMS también dio a conocer que derivado del tabaquismo, no sólo se afecta la salud de las personas sino también se daña el medio ambiente del planeta porque en el humo de tabaco se encuentran sustancias tóxicas y gases de efecto invernadero, además de que las colillas de cigarrillo representan entre el 30 y el 40 por ciento de los objetos recogidos en las actividades de limpieza costera y urbana.
Por último, se mencionó que pese al incremento en el precio de las cajetillas de cigarros y las imágenes de advertencia que contienen, no se ha observado una disminución considerable en su consumo, por lo que la participación médica es indispensable para concientizar a los pacientes.