Hace un mes, la Agencia Internacional para la Investigación de Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) estimó que la incidencia de estas enfermedades crónicas degenerativas estaban en descenso por causas como pobreza e infecciones a escala internacional. Al mismo tiempo, los casos provocados por decisiones en el estilo de vida muestran un rápido incremento.
Para luchar contra el cáncer por estilo de vida, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria de Francia (Anses) le ha pedido a los poderes públicos en todo el país tomar las medidas necesarias para eliminar el uso de las cabinas de bronceado. De acuerdo con Oliver Merckel, jefe de la evaluación de riesgos de la dependencia, estos dispositivos exponen a la población a peligrosos rayos UVA artificiales que innecesariamente ponen en peligro su estado de salud.
Recomendamos suspender la actividad relacionada con el bronceado artificial y la venta de dispositivos que emitan rayos UVA con fines estéticos, especialmente a los particulares. No podeos esperar más. Los datos científicos se acumulan, ya no hay duda, hay pruebas sólidas, el riesgo de cáncer está demostrado. Hay cifras sobre los riesgos para los jóvenes, para el conjunto de la población, ahora estamos recomendando a las autoridades públicas que actúen.
Desde 2015, la Academia Nacional de Medicina en Francia, expertos dermatólogos y varios senadores han solicitado repetidamente la prohibición de las cabinas por su rol en el desarrollo de cáncer; sin éxito. Un informe de la Anses apunta que de los 10 mil 722 casos de melanoma maligno detectados ese año, alrededor de 382 fueron causados por estos dispositivos
Más allá de su rol en el cáncer, la Anses ha apuntado que las cabinas de bronceado tampoco tienen muchos beneficios para la salud fuera de su presunto valor estético. Apunta que los dispositivos no mejoran la protección ante quemaduras solares, tampoco aportan a la producción de vitamina D y además fomentan un envejecimiento hasta cuatro veces más rápido de la piel.