La ansiedad relacionada con el trabajo puede tener un efecto paralizante en algunas personas.
Afortunadamente, existen estrategias eficaces para hacer frente al estrés
La ansiedad en niveles más altos puede hacer que algunas personas se sientan abrumadas por sus tareas laborales, hasta el punto de congelarse.
“Su sentido de hacer las tareas de manera oportuna, el enfoque y la atención a los detalles desaparecen”. “Algunas personas se sienten paralizadas porque sienten que tienen mucho que hacer. Podrían postergar o apresurarse en su tarea, sin prestar la atención adecuada a los detalles de su trabajo, más cuando se trata de la práctica médica”.
Afortunadamente, existen estrategias eficaces para hacer frente al estrés relacionado con el trabajo.
Aquí hay siete estrategias para hacer frente al estrés relacionado con el trabajo:
- Consulta contigo mismo regularmente.
- No asumas lo peor.
- Evita tener demasiada hambre, enojo, soledad o cansancio.
- Acepta los sentimientos incómodos.
- Levántate y muévete.
- No bebas alcohol ni uses drogas para calmar tus nervios.
- Busca ayuda profesional.
BURNOUT: 7 consejos para sobrellevar la ansiedad relacionada con el exceso de trabajo
Consulta contigo mismo regularmente
“¿Estoy estresado? ¿Me siento abrumado?” Ser consciente de que los momentos en que su nivel de ansiedad aumenta puede alertarlo de que es hora de usar estrategias para controlar el estrés.
No asumas lo peor
Es fácil concentrarse en los peores escenarios cuando se siente ansioso, pero eso no es productivo y, por lo general, no es realista. A veces caemos en la trampa de planificar para resultados negativos y no consideramos cómo pueden salir bien las cosas. Por ejemplo, en lugar de anticipar que no tendrás nada interesante que decir durante una entrevista de trabajo, imagina hablar sobre un tema que refleje bien tu experiencia y habilidades.
Evite tener demasiada hambre, enojo, soledad o cansancio
Cuando tenemos hambre, estamos enojados, solos o cansados, tenemos menos ancho de banda emocional. Es como ejecutar demasiados dispositivos electrónicos en un solo módem Wi-Fi. Uno o más de los dispositivos podrían congelarse. Los seres humanos son de la misma manera. Nuestras emociones y nervios pueden deshilacharse. Los sentimientos de estrés pueden hacer que tu cuerpo libere la hormona del estrés cortisol. Demasiado cortisol está asociado con depresión, enfermedades cardíacas, aumento de peso y problemas de memoria y concentración.
4. Acepte los sentimientos incómodos
En lugar de tratar de negar o huir de los sentimientos incómodos, acéptalos sabiendo que pasarán. Por ejemplo, puedes sentirse ansiosos durante tus primeras semanas en un nuevo trabajo porque tienes que aprender nuevas tareas y un nuevo sistema informático. Acepta que no sabrás todo sobre tu nuevo trabajo de inmediato, y eso está bien.
5. Levántate y muévete
Es común sentir que tu cuerpo vibra con energía extra cuando estás ansioso. Eso puede crear disonancia cognitiva. Si te sientes inquieto, sal a caminar o afuera. Incluso una cantidad moderada de ejercicio puede hacer que tu cuerpo libere endorfinas que mejorarán tu estado de ánimo.
6. No beba alcohol, coma en exceso ni use drogas para calmar sus nervios
Algunas personas recurren a opciones poco saludables, como beber alcohol, comer en exceso o abusar de las drogas, para automedicarse cuando están lidiando con el estrés relacionado con el trabajo. Sin embargo, es un mal enfoque, estas elecciones pueden terminar haciendo más daño que bien. En su lugar, prueba formas saludables de reducir el estrés, como respirar profundamente, hacer ejercicio, meditar, escuchar música relajante y recibir un masaje.
7. Busca ayuda profesional
Si has probado varias técnicas de relajación y descubres que todavía no puedes deshacerte de los sentimientos persistentes de ansiedad relacionada con el trabajo, puede ser el momento de buscar ayuda profesional. Habla con amigos de confianza, familiares y líderes espirituales, y considera ponerte en contacto con un profesional de salud mental.
Notas relacionadas:
Estudio: Médicos mexicanos aborrece estar frente a pacientes “humildes”