Hace un par de días en Saludiario dábamos a conocer la noticia de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que la escasez de vacunas para tratar el brote de fiebre amarilla que se está presentando en Angola y Congo se debía en gran parte a la desaparición de 6 millones de dosis enviadas a la primera de estas naciones; sin embargo, ahora la noticia toma mayor relevancia, pues expertos aseguran que dicha escasez podría conllevar una propagación mundial de esta enfermedad.
De acuerdo con declaraciones realizadas por la directora de Save the Children en la República Democrática de Congo, Heather Kerr, la escasez de vacunas para tratar esta enfermedad en Congo y Angola podría desencadenar en una pandemia global, pues “no existe ninguna cura para la fiebre amarilla”.
Como bien sabes, la vacuna contra la fiebre amarilla es preventiva y una vez contraída esta enfermedad no existe ningún tratamiento disponible. Si bien los síntomas más agresivos de la fiebre amarilla (como son sangrados y falla hepática) se presentan con una frecuencia relativamente escasa, esta padecimiento se caracteriza por una mortalidad bastante elevada (cerca del 50 por ciento).
Hasta el momento el brote en Angola y Congo ha provocado la muerte de más de 400 personas y su expansión a otras zonas del mundo podría darse como resultado de la citada escasez de vacunas, pues actualmente la OMS se encuentra trabajando con una cantidad reducida de vacunas para más de 14 millones de personas y se espera que el nuevo lote tarde un mínimo de 6 meses en llegar, tiempo más que suficiente para que la enfermedad se extienda a Europa y Asia, e inclusive al continente americano.
Cabe recordar que la fiebre amarilla es propagada por el mosquito aedes aegypti, la misma variedad responsable de la propagación del zika, mientras que el actual brote es considerado como el más grande de esta enfermedad en la historia reciente.