Tanto en México como en el resto del mundo, la población clama por una gran atención médica. Y cada gobierno ha tratado de implementar estrategias que cumplan con estas demandas. Los resultados no siempre han sido los ideales. Son muy pocos los casos donde los ciudadanos cuentan con un servicio de calidad. Para el resto, el futuro parece empezar a ponerse sombrío.
Black Market Medicine es una mirada pesimista al futuro de la atención médica pública. En su narrativa toma un Estados Unidos ficticio, donde los servicios son dolorosamente carentes. Esto no solo provoca que se formen organizaciones e iniciativas que quieren mejorar la situación. También crea el escenario perfecto para un submundo criminal dispuesto a sacar provecho.
John Macklin, un profesional de la salud, escapa de su trabajo en el sistema de atención médica estadounidense. Pronto, termina formando parte de un grupo de doctores y enfermeras altruistas. ¿Su objetivo? Dar un servicio de calidad a los pacientes, no la restrictiva versión gubernamental. Pero pronto un Mercado Negro surge, en busca de los enfermos más desesperados.
A pesar de no ser una profesional de la salud, la autora Cassandra Collins es muy cercana al mundo de la atención médica. En toda su novela, critica fuertemente el control gubernamental absoluto de los servicios clínicos. Pero a la vez, también expone las aberraciones que pueden surgir en las sombras sin supervisión. No hay soluciones, únicamente problemas que reflexionar.
La novela entrelaza y analiza las historias de múltiples personajes. Pacientes, profesionales de la salud, agentes gubernamentales, criminales. Todas las partes involucradas en la atención médica tienen representación. Cada una, también, sufre las consecuencias de no actuar contra la injusta atención médica sino hasta que ya es demasiado tarde. Se trata de una crítica poderosa. Una que llama a todos los lectores a analizar su papel en el futuro de los servicios clínicos.
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