La globalización poco a poco ha hecho que diversos países adopten las costumbres estadounidenses. Una de éstas es el famoso Black Friday, en el que miles de personas adictas a las compras son atraídas por los descuentos que las tiendas ofrecen.
Los profesionales de la salud son un grupo que tampoco se escapa de este acontecimiento. En España, por ejemplo, el jefe de Psiquiatría del Hospital General Universitario Gregorio Marañon, en Madrid, señala que los médicos también aprovechan esta ocasión para encontrar grandes descuentos en equipo para uso profesional.
Por 48 euros los médicos puede encontrar un baumanómetro digital. Debido a los grandes descuentos, muchos de ellos aprovechan para actualizar sus herramientas de trabajo, por lo que deciden cambiar sus termómetros digitales por infrarrojos a la mitad de su precio, o también, comprar un estetoscopio de repuesto por una cantidad menos a lo que cuesta un menú del día en la cafetería del hospital. Hay quienes también optan por comprar batas y zapatos tipo zuecos para que su caminar por el hospital sea más cómodo”, dijo el psiquiatra Francisco Ferre.
Black Friday, ¿una adicción a las compras?
Más allá de los descuentos que las tiendas ofrecen en esta fecha, el Centro de Adicciones de Barcelona, menciona que el Black Friday es la fecha en la que se inaugura oficialmente la temporada de compras navideñas, justo un día después del Día de Acción de Gracias.
Sin embargo, de acuerdo con esta institución de salud, el Black Friday enmascara un fuerte trastorno de compra compulsiva (TCC) o compulsive buying disorder (CBD), en inglés, que se relaciona por lo general, a personas con baja autoestima, ansiedad, depresión o irritabilidad.
Aunque se trata de una celebración que nació en Estados Unidos, en España y en otros países, las empresas multinacionales han decidido desde hace algunos años implementar ofertas al otro lado del Atlántico.
“Economía del engaño”
Hace varios años, el filosofo y ensayista polaco, Zygmunt Bauman, afirmó que la cultura del consumismo es en realidad la economía del engaño. Pero ya sea verdad o mentira, el psiquiatra español, Francisco Ferre, afirma que las personas con TCC saben que su comportamiento no es normal y que sus comprar no les dará ningún beneficio a largo plazo, sólo un placer inicial que se esfumará poco a poco.
“Comprar cosas inútiles, que no empleamos, y luego arrepentirse de la compra, son las primeras señales de alerta de TCC”, advierte Javier Garcés, psicólogo con amplia experiencia en comportamientos del consumidos y presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, en España.
Cuando la culpa se va, la gente con este trastorno vuelve a caer en la misma rutina y cada vez quiere más. El TCC no es muy distinto al alcoholismo.