Recientemente el fundador de Microsoft, Bill Gates, escribió una columna para la pubicación Business Insider, publicación en la que se muestra preocupado por el futuro de la salud a nivel mundial.
El texto en cuestión se trata de una versión resumida del discurso que leyó durante la Conferencia de Seguridad de Múnich, donde habló sobre el vínculo ‘conmunmente ignorado’ que existe entre la seguridad internacional y la salud.
Da igual si surge por una peculiaridad de la naturaleza o de las manos de un terrorista, los epidemiólogos aseguran que un patógeno aéreo de rápida evolución podría matar a más de 30 millones de personas en un año. Y dicen que hay una probabilidad razonable de que el mundo experimente un brote así en los próximos 10 o 15 años.
Estas afirmaciones provocaron que otros expresaran sus temores. Un ejemplo fue George Post, un científico líder para el análisis de la biodefensa en EE.UU, quien aseguró que el mundo se acerca a una pandemia de gripe como la de 1918.
Todas estas declaraciones tomaron más importancia luego de que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) anunciarán que planean reducir su labor en 29 países, incluyendo China, República Democrática del Congo, Haití, Ruanda e Indonesia.
Según los especialistas, entre los logros de los CDC se encuentra la contención de un brote de ántrax en Kenia y otro de fiebre amarilla en Uganda, así como la identificación de más de 4 mil casos de sarampión en la Sierra Leona.
Ante tal panorama es que esta misma semana más de 200 organizaciones implicadas en la salud global, se reunieron para escribir un texto dedicado al Secretario de Salud y Servicio Humanos de la administración de Trump, Alex Axar, para expresar su preocupación por la reducción del presupuesto y las actividades.
Que se retiren los fondos de Pakistán y República Democrática del Congo, dos de los principales focos de enfermedades infecciosas emergentes, amenaza con dejar al mundo indefenso ante el próximo brote. Ahora no es el momento de retroceder.
Aunado a este preocupante tema, hace unos días la Comisión Nacional de Salud en China, confirmó que durante el mes de diciembre 2 mil 198 personas fallecieron a causa de distintas enfermedades contagiosas y afectaron a más de 699 mil 850 individuos.
De la cifra letal, hubo un deceso por la peste, dos mil 187 a causa de la hepatitis viral, tuberculosis, sífilis, gonorrea y escarlatina, mientras 10 fueron consecuencia de diarrea infecciosa, gripe y la fiebre aftosa.
Las cifras proporcionadas por la Comisión muestran un incremento notable con respecto a noviembre de 2017, cuando hubo mil 958 fallecidos y 577 mil 247 contagiados por tales enfermedades.