Un trabajo de investigación español desarrollado por el Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (ONTSI), del Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital (gestionada por la entidad pública red.es), ha puesto de manifiesto el potencial de almacenamiento e intercambio de información electrónica sobre salud proporcionado por el big data a fin de reducir los errores de medicación, reingresos hospitalarios, duplicación de ensayos y, en consecuencia, para mejorar el diagnóstico y seguimiento de loas pacientes crónicos aminorando los costes asociados a la atención médica.
De acuerdo con el trabajo, el big data sería clave para sostener el presente y futuro del Sistema Nacional de Salud de este país europeo, sin embargo, su desarrollo ha sido insuficiente además de que implica nuevos riesgos éticos.
Entre las barreras a superar destacan la falta de coordinación entre el sector público y privado, los profesionales de la salud y los trabajadores de servicios sociales, entre otras.
Asimismo, los marcos regulatorios, la interoperabilidad de sistemas y la falta de recursos humanos adecuados para operarlo suponen retos adicionales.
Al respecto, sobra decir que en México las condiciones para sostener el sistema de salud con base en el big data se antojan aún más complejas, si bien se carecen de estudios en este sentido a pesar de que todo apunta a que el manejo de datos a gran escala resultará clave en el futuro sanitario.
Por ahora, los autores del reporte español han realizado recomendaciones que bien valdría tener en cuenta de este lado del charco:
- Hacer replanteamiento estratégico.
- Priorizar la prevención sobre la curación.
- Aumentar el conocimiento empírico sobre la aplicación del big data.
- Mejorar la coordinación entre los agentes del sistema de salud.
- Optimizar los recursos actuales para mejorar la interoperabilidad y reforzar el sistema educativo.
- Establecer nuevo marco de gobernanza de datos.
- Contar con entidades que dirijan el proceso.
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