Está plenamente demostrado que nuestro estado de ánimo influye de forma relevante en el estado de salud de nuestro cuerpo. Como consecuencia de estados depresivos, tristeza, estrés, ansiedad, miedo, nerviosismo, entre otras, son la causa de muchas enfermedades de tipo psicosomático.
Si comprendiéramos que esos estados emocionales negativos nos causan mucho daño a nivel físico y que nos alejan del camino de la tranquilidad y la felicidad, haríamos todo lo posible por apartarlos de nuestras vidas. Por eso, hablaremos un poco sobre los beneficios del optimismo para la salud.
En este sentido, en el momento actual se dispone de evidencias científicas que ponen de manifiesto que las personas que afrontan de manera optimista enfermedades tales como el cáncer, la esclerosis múltiple, la hipertensión arterial…, tiene mayores posibilidades de alargar su vida que aquellas que se dejan arrastrar por la desilusión y el pesimismo. Sabemos, también, que el optimismo nos protege de la depresión, una enfermedad capaz de arruinarnos la vida; que las personas que enfrentan con esperanza una situación difícil, tienen mayores posibilidades de encontrar una salida; que son más perseverantes y que enfrentan con mayor decisión y entereza los problemas; que tiene buen humor, mejor salud y que son más exitosos en la vida; que buscan la forma de convertir las crisis en oportunidades; que el rendimiento académico está más conectado con una actitud positiva y optimista ante la vida.
En resumen, un estado mental y emocional positivo influye de manera positiva en nuestro bienestar general y en nuestra salud física. A través de una actitud optimista y luchadora, muchos enfermos se han podido curar de enfermedades graves.
En un estudio realizado por Martín Seligman, sobre los optimistas y los pesimistas, se encontraron evidencias reales de los beneficios del optimismo y los perjuicios del pesimismo.
El optimismo es una opción mental que puede ser aceptada o rechazada. A algunos les cuesta más que a otros, pero es una opción que puede aprenderse y que está al alcance de nuestras manos.
Tú eliges, optimista o pesimista
Son muchos los estudios que confirman que la longevidad es mayor en las personas optimistas, así como es mayor el poder para curarse de enfermedades graves como el cáncer. El optimismo es el mejor recurso que tenemos para mantenernos saludables a nivel físico, mental y emocional.
Así pues, sentir y pensar en positivo es una rentable inversión para desarrollar más posibilidades de vivir sanos y felices. Cuando las personas colocan el centro de control en ellas mismas superan la adversidad. En sentido opuesto está la pasividad, que no nos ayuda en el proceso.
El Dr. Luis Rojas Marcos, en su libro optimismo y salud, nos cuenta que su receta para ser feliz es sonreír, hablar, cantar, bailar, ayudar a alguien, agradecer, darte un baño, jugar, cocinar, comer, pasear, contemplar o amar… Además, confiar en nosotros mismos y en los demás, apoyándonos unos a otros para superar las adversidades.
La persona optimista percibe las situaciones de la vida diaria con mucho menos estrés, por lo que se puede actuar de forma mucho más eficaz en el trabajo, en el hogar y con los amigos.
Por eso, cada mañana debemos comenzar el día con la mejor actitud, estableciendo pensamientos y emociones positivas para acostumbrar a nuestra mente a desechar los pensamientos y sentimientos negativos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
- Selma O. Los beneficios del optimismo en la salud, según el psiquiatra Luis Rojas Marcos [Internet]. 65 y más. 2021 [citado el 15 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www.65ymas.com/salud/beneficios-optimismo-en-salud_22874_102.html
- 0213- I. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado [Internet]. Redalyc.org. [citado el 15 de mayo de 2021]. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/274/27419066002.pdf
- “El poder del optimismo” (José Emilio Palomero Pescador, María Pilar Teruel Melero y María Rosario Fernández Domínguez).