Existen distintos factores de riesgo que influyen directamente en la salud de un bebé. En este sentido, recientemente un estudio publicado en el sitio especializado Science Direct llamó la atención de la comunidad médica al afirmar algo que pocos podrían esperar: la salud de un recién nacido durante su primer año de via es mejor cuando es parecido físicamente a su padre.
La investigación en cuestión tiene como sustento que cuando un padre observa que su hijo se parece a él, tiende a pasar más tiempo con el recién nacido y mantener un contacto cercano. En ese sentido, el trabajo concluye que la presencia de un padre aumenta en un 10 por ciento la salud del bebé debido a que al estar con él, aumenta la atención sentimental, económica y de salud.
A su vez, los investigadores afirmaron que un padre que se siente seguro de su paternidad suele pasar, en promedio, 2.5 días más al mes con su bebé.
Para llegar a estas conclusiones se realizó un trabajo en el que se analizó a más de 700 familias, de las cuales, ambos padres aseguraron que el bebé se parecía al papá. A lo largo de un año se observó cómo interactuaron los padres con sus hijos recién nacidos y la forma en que eso se veía reflejado en la salud del bebé.
Finalmente, se concluyó que los bebés que veían y estaban más en contacto con sus padres tenían mejores índices de salud, en comparación con los que vivían únicamente con su madre.
Mortalidad infantil
En otro orden de ideas, lo anterior se relaciona con el tema de la mortalidad infantil, pues de acuerdo con la Secretaría de Salud (SSa), los bebés prematuros ocupan la primera causa de muerte en menores de 5 años en nuestro país.
De igual forma, para concientizar a la población acerca de esta situación fue que se nombró el 17 de noviembre como el Día Internacional del Bebé Prematuro porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que 1 de cada 10 bebés en todo el planeta nace antes de tiempo, lo cual puede afectar de una grave manera tanto al recién nacido como a la madre.