Como todo mundo sabe, el tabaquismo es una de las principales causas de enfermedades cardiovasculares.
Pero gracias a una investigación realizada por la científica Victoria Schwarz, en la Universidad del Sarre, en Homburg, Alemania, se dio a conocer que tomar una o dos copas de vino ayudaría a minimizar los efectos nocivos de los cigarros.
El tabaco perjudica el funcionamiento del endotelio, una capa que envuelve los vasos sanguíneos, lo que a futuro puede causar la aparición de enfermedades coronarias. Pero después de varios experimentos descubrimos que uno de los componentes del vino, el fenol, podría reforzar el endotelio, con lo que se conseguiría reducir los efectos dañinos del tabaco”, explicó Schwarz.
De acuerdo a la experta, para obtener el efecto deseado, la copa de vino se debe beber antes de fumar un cigarro.
Otro resultado de la investigación señala que el tabaco también afecta a la telomerasa por lo que puede reducirla en un 50 por ciento. “Pero en los fumadores que tomaban vino, ese porcentaje sólo alcanzó el 20 por ciento”, dijo la científica.
La experta aclaró que el experimento sólo se aplicó con los llamados fumadores sociales, por lo que se desconoce si estos efectos también son efectivos en fumadores habituales.