Como médico, sabes que toda mujer embarazada debe tener cuidados especiales y mantener una dieta especial, pues no sólo puede ver afectada su salud, sino también la del bebé. En ese sentido, siempre se ha creído que el consumo de alcohol por parte de la madre durante el embarazo puede tener repercusiones negativas y provocar algunas enfermedades en su hijo; sin embargo, un estudio reciente ha demostrado que dichas alteraciones podrían darse incluso en los rasgos físicos del rostro del infante.
De acuerdo con un estudio realizado por científicos del Instituto de Investigación Infantil Murdoch (MCRI), ubicado en Australia, existe una relación directa entre el consumo de alcohol de la madre durante el embarazo y ciertos aspectos de la fisionomía del bebé.
Como parte de la investigación, se analizó a mil 570 mujeres durante dos etapas: durante el embarazo, y después del parto. Del total de mujeres, el 27 por ciento confesó haber consumido alcohol mientras se encontraban preñadas. En este punto, el equipo le tomó fotografías desde diversos ángulos al rostro de todos los bebés y mediante un programa, convirtieron las imágenes en 3D para poder observar con mayor detalle los rasgos faciales.
Lo que observaron los científicos fue que los bebés de las mujeres que consumieron alcohol presentaban rasgos diferentes al del resto de los infantes. El principal cambio que notaron los expertos fue que tenían una nariz más corta.
Pese a lo anterior, la Dra. Jane Halliday, quien participó en la investigación, comentó que no se trata de un resultado definitivo, pues se le tiene que dar seguimiento a los bebés durante al menos los próximos dos años, que es el período de tiempo en que suelen presentar cambios en sus rostros de manera natural.