¿Cómo nacio la Bata médica blanca? A finales del siglo XIX los médicos todavía no alcanzaban un estatus de tanto prestigio como ocurre en el presente. La gente prefiere curarse en casa o con métodos no científicos en lugar de asistir con un médico que comenzaba a avanzar en sus estudios a través de la investigación.
Fue un médico llamado Ignaz Semmelweis quien se percató de algo muy curioso: los bebés que nacían con la ayuda de una partera a menudo eran los que tenían mayores posibilidades de sobrevivir.
En cambio, los que eran atendidos por un médico o estudiante de medicina tenían más posibilidades de morir, al igual que sus madres. La diferencia radicaba en que las parteras solían tener más cuidado con la higiene durante el proceso del parto y post-parto.
Fue así como los doctores comenzaron a cuidar más los protocolos de higiene y esterilización en los partos y usar aditamentos que evitaran las infecciones cruzadas (es decir, infecciones de médico a paciente y viceversa). La bata blanca nació en este momento, no solo como un método para aislar al médico del paciente sino para ofrecer una imagen de limpieza e higiene personal. De esa manera el color blanco comenzó a ser visto como un símbolo de salud, esperanza y cuidado.
Bata médica blanca¿Cómo elegirla según tu profesión?
¿Por qué la bata blanca? ¿Puede ser de color?
El primer punto a tener en cuenta en la elección de una bata es el color. Las batas más conocidas son las de color blanco. Pero en la actualidad encontramos batas sanitarias de color azul celeste y verde en los quirófanos.
El color blanco simboliza vida, pureza, refleja la luz y transmite calma. El color blanco repele el calor, muy presente en los hospitales o en los laboratorios al tratar procesos químicos.
El uso de una bata blanca, tiene un importante carácter simbólico, puesto que transmite una sensación de poder, sabiduría y eficacia profesional.
Con una bata médica blanca, es más fácil identificar las manchas y por tanto se puede lavar mejor.
Aunque puedes encontrar batas de colores oscuros, como por ejemplo azules o verdes, ocultan mejor la suciedad. Se utilizan más en otros gremios que no tienen que ver con el sanitario, como por ejemplo en construcción, talleres, fábricas, industrias… Por tanto, si te dedicas al sector de la salud, lo más recomendable es usar bata blanca. Aunque puedes personalizar con un toque de color algún detalle como la solapa, puño, bolsillo, etc. para que se adecue a tu imagen corporativa.
¿Qué material es mejor para mi bata?
Existen batas médicas de diferentes materiales como el algodón o fibras sintéticas. Lo importante es escoger el material según el tipo de trabajo a realizar y lo más resistente posible.
A continuación te explicamos los beneficios de cada tejido.
- Algodón: protege frente a objetos volantes, esquinas agudas o rugosas y es un buen retardante del fuego.
- Lana: protege de salpicaduras o materiales triturados, pequeñas cantidades de ácido y pequeñas llamas.
- Fibras sintéticas: protege frente a chispas, radiación infrarroja o ultravioleta, pero pueden amplificar los efectos adversos de algunos peligros del laboratorio. Por ejemplo, algunos disolventes pueden afectar a algunos tipos de fibras sintéticas. Además, la fibra sintética en contacto con la llama puede producir ampollas y quemaduras en la piel o emitir humos irritantes.
Para profesiones como farmacias, clínicas dentales, ópticas, enfermería o medicina, la mejor opción es elegir una bata blanca con mayor porcentaje de algodón posible. La mezcla de algodón y poliéster ofrece mayor duración y versatilidad a la prenda, la prenda es más resistente gracias a la fuerza del poliéster y la ligereza y suavidad del algodón. No encoge ni se deforma, siempre es bueno que tenga poliéster porque es más fácil de planchar, se arruga menos.
¿Qué diseño elegir?
Aunque la bata blanca por excelencia es con solapa y trabilla trasera, existen diferentes modelos de batas, como batas de señora, batas unisex, batas cortas, batas de laboratorio, batas largas, con cierre de botón, o automáticos etc.
A continuación, te damos las pautas que se suelen seguir en cada profesión.
El uso de la bata como prenda de trabajo, tiene la misión de protegernos, por tanto si tu trabajo se realizar en entorno de riesgo físico o biológico, o en laboratorios. Debes usar una bata blanca de laboratorio que proteja toda tu ropa, de manga larga y lo más cerrada posible. En este caso es importante si tiene puños o un cuello alto. Así como optar por un cierre de automático te será más sencillo para abrochártela y quitártela rápidamente en caso de accidente.
Si necesitas una bata para una farmacia, óptica, clínicas de estética, etc. profesiones más de cara al público, elige una bata corta. Lo ideal es que el largo sea a media pierna, esto favorecerá tu imagen. En este tipo de profesiones, no están tan ligadas con la bata clásica y juegan con otro tipo de diseños como cuello Mao, cremalleras, batas más entalladas para mujer, etc.
Si necesitas una bata blanca para dentista o médico, un punto importante para decantarse por un modelo u otro de bata sanitaria, es el largo. La elección estará determinada por el tipo de prenda que vistas debajo.
Si sueles llevar pijama sanitario, la bata que más te favorezca será una bata corta. Mientras que si llevas tu ropa habitual de calle, es mejor una bata larga que te proteja más y te otorgue más seriedad y profesionalidad.
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