En México existen muchos retos por enfrentar. Con la llegada de Andrés Manuel López Obrador al poder, se tienen esperanzas en que se logren cambios verdaderos. A su vez, uno de los temas primordiales porque afecta a toda la población es la salud.
Si bien, el mandatario ha expresado que el rubro sanitario será uno de los ejes de su gobierno, todavía quedan muchas dudas por resolver. Mientras que la mayoría de las propuestas están destinadas a los pacientes, hay pocas dirigidas a los profesionales de la salud.
En ese sentido, Marco Antonio García, dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud (SNTSS), enfatizó la urgencia de mejorar las formas de trabajo. En específico, mencionó la importancia de la basificación para todos los empleados de salud pública.
Hace poco López Obrador habló de una basificación para los trabajadores de salud pública, pero debe dejar de ser una promesa y ser una realidad. Se debe formalizar el empleo en el sector salud porque impactaría en al menos 80 mil trabajadores.
El dirigente señaló que la basificación de sueldos beneficiaría a médicos, enfermeras, paramédicos, laboratoristas, químicos, personal de área sustantiva, de trabajo social, entre otros.
De esta manera, si se desea contar con un sistema de salud al estilo nórdico, no es suficiente con pensar sólo en los pacientes. También se deben de tomar en cuenta a los trabajadores encargados de ofrecer consultas y atenciones a las personas. Es difícil de pensar que quienes más trabajan en el país sean los que cuenten con las condiciones laborales más desfavorables.