Los mosquitos son un dolor de cabeza para el sector salud. Particularmente en climas cálidos y tropicales, frecuentemente transmiten graves enfermedades. Hoy en día, la especie Aedes aegypti y sus “primos” tienen en alerta al sistema sanitario internacional. Esto, porque son los vectores de zika, dengue, chikungunya, fiebre amarilla, etcétera. Pero una bacteria podría ser su perdición.
Se trata de la bacteria Xenorhabdus budapestensis. Investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison la utilizaron para crear un nuevo repelente. El innovador producto, descrito en Science Advances, parece ser más efectivo que otras alternativas. De acuerdo con Susan Paskewitz, parte del equipo de expertos responsable del hallazgo, es mejor que el Icaridin o el DEET.
Una bacteria descubierta casi por casualidad
Paskewitz señaló que el proyecto fue iniciado por el experto Que Lan. El científico falleció en 2014, pero antes de su muerte buscaba microbios capaces de matar mosquitos. Para cuando la especialista se unió al proyecto, ya se sabía que la X. budapestensis no era mortal a los vectores. Sin embargo se encontró que la bacteria, mezclada en la comida, parecía ahuyentar a los insectos.
Con el fin de comprobar el efecto de la bacteria, se diseñó un sistema experimental especial. Se cubrió alimento especial para mosquitos, que simula la sangre animal, con una membrana. Ésta tenía el grosor y sensación táctil aproximada de la piel. Además, en varias rondas se le cubrió con diferentes repelentes, incluido el basado en la X. budapestensis, así como con agua para control.
El nuevo repelente fue creado a partir de un extracto puro de la bacteria. El compuesto probó ser mucho más efectivo que el Icaridin y el DEET. Los científicos encontraron que dosis 8 y 3 veces menores del derivado de la X. budapestensis, respectivamente, tenían los mismos efectos. Paskewitz apunta que la potencia significaría, a largo plazo, menores gastos para el sector salud.
Los investigadores no están seguros por qué funciona tan bien la bacteria. Pero teorizan que simple y sencillamente tiene un mal gusto para los mosquitos. Todavía se analiza si este repelente tiene efectos nocivos para la salud humana. Para descartar la posibilidad, se realizan pruebas toxicológicas in vitro. Se espera que el producto también funcione en otras especies de insectos.