En uno de los sucesos que más ha despertado la tristeza de la opinión pública, no sólo en esta región del Caribe, sino en todo el mundo, ha sido la muerte masiva de bebés registrada esta este fin de semana en las instalaciones del hospital central (La Maternidad) de Santo Domingo, en la República dominicana. Un hecho del que se ha hablado mucho sobre la actuación del equipo médico y las condiciones del equipo con el que se desempeñan los profesionales de la salud.
El Hecho
14 muertes en dos días
Entre la noche del pasado viernes 23 y la madrugada del domingo 25 de junio, un total de 14 recién nacidos perdieron la vida en las instalaciones del hospital central Maternidad Nuestra Señor de la Altagracia (MNSA) de la ciudad capital de Santo Domingo. Un suceso sin precedentes que no fue inmediato, sino escalonado, detonando las malas noticias en menos de 48 horas.
Muerte por “condiciones mórbidas extremas”
En conferencia de prensa llevada a cabo este miércoles, el director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Nelson Rodríguez, salió a la defensa de los profesionales de la salud, principales afectados de este lamentable suceso y a quienes se les atribuyó la responsabilidad por la muerte de los infantes.
El deceso de los infantes fue causado por situaciones mórbidas extremas de los pacientes. Los bebés eran producto de embarazos que tuvieron complicaciones. Situación que provocó una serie de malformaciones congénitas cardíacas o neurológicas, otros eran demasiado prematuros o tenían problemas respiratorios.
60 partos sin incubadoras.
Sin embargo, el equipo de profesionales de la salud que se desempeñan en el MNSA explicaron que la muerte masiva de los recién nacidos no es otra cosa que un efecto de las condiciones de trabajo en las que se ven obligados a desempeñarse. A pesar de las carencias notables y alarmantes que posee el centro de salud.
Al respecto, el doctor Waldo Ariel Suero, líder del gremio médico, aseguró que los médicos en este hospital atienden diariamente poco más de 60 partos sin incubadoras suficientes y que sólo tres de los 10 quirófanos en funcionamiento.
El sanatorio ha estado en remodelación desde 2014 y pese a los trabajos mantiene sus labores y recibe a los pacientes de otro hospital de Santo Domingo que también está en proceso de remozamiento. Exigimos el cierre temporal del hospital hasta que concluyan los trabajos y que el personal médico sea reubicado en otros centros de salud donde pueda atender adecuadamente a los pacientes.
Mientras las autoridades dicen una cosa, todo está bien, hay suficiente equipo médico y condiciones de trabajo, 14 bebés recién nacidos mueren y los médicos señalan las carencias de un hospital en el centro de una nación en centroamérica. ¿Te suena familiar?
Imagen: Pixabay