- En conjunto, el IMSS e ISSSTE atienden a más de la mitad de los mexicanos.
- Ambas instituciones son la base de la salud pública y también tienen contratados a miles de profesionales de la salud.
- Desde el desabasto de medicamentos hasta el equipo obsoleto son algunas de las principales adversidades de laborar en el campo público.
La búsqueda de trabajo es un proceso al que todos los doctores se deben enfrentar. Hay muchas opciones disponibles pero una de las más comunes es ser médico en el IMSS e ISSSTE. Ambas son la base de la salud pública y tienen a miles de elementos entre sus filas. Pero aunque ambas instituciones cuentan con una extensa trayectoria también hay algunos aspectos negativos de laborar en cualquiera de las dos.
Antes que nada se debe dejar en claro que los puntos positivos y adversos existen en cualquier espacio laboral. Además no se puede generalizar porque en algunos hospitales el ambiente interno es muy bueno pero también hay otros en los que ocurre lo contrario.
¿Vale la pena trabajar en la salud pública?
Con esto en mente, a continuación te compartimos los principales aspectos negativos que implica trabajar como médico en el IMSS. De hecho todos se aplican en otras posiciones afines a la salud como enfermería, radiólogos y camilleros.
Desabasto constante de medicamentos
Aunque no es un problema nuevo sí se ha incrementado durante los últimos años. De forma frecuente se denuncia que no existen los medicamentos suficientes en el sector público y los perjudicados son tanto los pacientes como los propios doctores.
Cuando un hospital o clínica no tiene los fármacos necesarios se debe modificar la receta de los pacientes para indicar solo lo que existe en las bodegas. Es una situación molesta que a la fecha todavía no ha podido ser solucionada.
Exceso de pacientes
Mientras faltan medicinas también sobran los pacientes o al menos siempre hay personas que requieren atención. Una de las principales desventajas de ser médico en el IMSS o ISSSTE es que jamás vas a tener tiempo libre. Las salas de espera lucen abarrotadas y eso provoca que los pacientes se desesperen porque no son atendidos de inmediato.
Al final es uno de los factores que propicia el Síndrome de Burnout en los profesionales de la salud.
No hay equipo médico moderno
Todos los días se presentan innovaciones en el campo de la salud pero la mayoría de las veces no están disponibles para los doctores públicos. No se puede generalizar porque hay unidades que están bien equipadas pero la mayoría parece que están perdidas en el tiempo.
El deseo de contar con equipo moderno no es un capricho sino que se trata de una necesidad básica para poder ofrecer el mejor servicio posible. La falta de inversión genera que los doctores desarrollen sentimientos de impotencia porque sus esfuerzos son insuficientes.
Pacientes groseros y poco educados
Este rubro no es exclusivo del personal médico del IMSS e ISSSTE porque ocurre en cualquier institución. Algo bastante desagradable que ocurre con frecuencia es tener que lidiar con pacientes que se desesperan con facilidad. Cuando ocurre genera que las jornadas de trabajo sean más cansadas y tortuosas.
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