La Inteligencia Artificial ha llegado para quedarse en todos los sectores, incluso a la atención médica. Aunque una de las ramas que necesita de esta ayuda tecnológica, de forma urgente, es la cardiología. Aunque es cierto que ya se está trabajando de forma ardua para crear una IA que trabaje considerablemente en esta especialidad.
Cada año, fallecen 17,9 millones de personas por enfermedades cardiovasculares, las cuales son responsables de casi un tercio de todas las muertes a nivel mundial. Así que si hubiera una forma de detectar las enfermedades cardiovasculares de forma más temprana, muchos problemas se podrían curar fácilmente con un cambio de hábitos y llevando un estilo de vida más saludable. Esto haría que se salvaran muchas vidas.
La Inteligencia Artificial podría ayudar en el análisis del ecocardiograma
La Inteligencia Artificial podría ayudar a ello mejorando el análisis del ecocardiograma, una prueba que, actualmente, presenta una tasa de error de diagnóstico del 20%. Y es que resulta muy difícil encontrar signos de enfermedad en las arterias coronarias sin una herramienta de ayuda como la IA.
Algo que queda claro es que la Inteligencia Artificial puede hacer mucho trabajo preliminar para los médicos y ahorrarles tiempo para el cuidado del paciente o para su descanso. La gran mayoría de expertos creen que los médicos son uno de los profesionales cuyos trabajos nunca serán reemplazados por la IA.
Incluso si la Inteligencia Artificial puede ayudar con el diagnóstico y la cirugía, la experiencia y la pericia contribuyen, en gran medida, a proteger a los médicos de ser usurpados por la tecnología. En estos momentos, la IA solo se centra en identificar y analizar nichos, tareas y patrones específicos. Pero los médicos tienen un conocimiento mucho más amplio sobre el cuerpo y su interconectividad. Por tanto, la Inteligencia Artificial está todavía muy lejos de establecer conexiones entre las enfermedades de los pacientes.
Es difícil lograr una tasa del precisión del 100%
Aunque está claro que es difícil lograr una tasa de precisión del 100% sin crear un algoritmo de aprendizaje profundo. Pero, a medida que se introducen más datos en un algoritmo, siempre que sean datos de calidad, ayudará a mejorar las tasas de precisión y los tiempos de respuesta.
La cardiología se verá afectada por muchas tecnologías en las próximas décadas, como el Internet de las Cosas (IoT), el sistema Machine Learning y la Realidad Aumentada. Así que la cardiología se puede convertir en una especialidad que, con la ayuda de la tecnología, obtenga beneficios tanto para los pacientes como para los médicos.