Desde que nacemos, todos contamos con una imagen personal, pues quienes nos conocen elaboran una representación mental de nosotros (imagen) e, incluso, pueden tener una opinión sobre nuestra persona, lo que construye la reputación en nuestro entorno, por ello, cuando el médico es consciente de esto y toma medidas para gestionarla pude llegar a capitalizarla en su favor.
Aunque la imagen personal puede transmitirse de forma casual, conviene al médico programarla para posicionarse como un verdadero profesional de la salud en la mente de quienes le rodean, para lo cual tiene que tomar en cuenta que ésta se proyecta a través de distintos canales:
Aspecto personal
- Se refiere al cuidado de la imagen personal, por ejemplo, un médico que hable a un paciente sobre cuidado del sobrepeso difícilmente podría ganarse la confianza de éste si luce un vientre considerablemente abultado.
Personas con quienes se relaciona
- Se trata de atender las relaciones públicas, por ejemplo, un galeno que se vincule con especialistas reconocidos puede ganar la confianza de la gente con mayor facilidad. Algo semejante ocurre cuando el facultativo se dirige a los representantes de una comunidad para obtener su respaldo.
Comportamiento y gestos
- Básicamente se trata de cuidar el lenguaje corporal. Pensemos en un médico que ofrece una consulta a un paciente que hace preguntas que le parecen obvias sobre el cuidado de un padecimiento; el galeno no puede mostrarse aburrido ni fastidiado, ¿verdad?, de lo contrario rompería con su imagen de profesional.
Lo que dice Internet de él
- Cada vez la red gana más terreno en el mundo, por tanto, si el médico no tiene presencia en Internet deja de existir para miles de personas que tratan de contactar con un profesional de la salud para lidiar con sus problemas médicos, y si alguien duda de este planteamiento, baste preguntar a los conocidos en dónde buscarían a un médico, ¿en la sección amarilla o en la web?
Mensajes que emite
- Este aspecto incluye desde la forma de expresarse “en vivo” hasta el ejercicio de divulgación que se hace en los entornos digitales, pues como comentamos anteriormente, quien no tiene presencia en la red deja de existir en una de las plataformas que más facilita el desarrollo del marketing médico. Por tanto, conviene al galeno no sólo ofrecer trato de calidad a los pacientes cuidando su comunicación verbal y lenguaje corporal, también difundir información útil a los internautas en tanto que representan a los pacientes potenciales.
Acciones que realiza en general
- El médico no es la persona que viste una bata blanca, es un ser humano que representa a una comunidad con un prestigio determinado, por lo que cada acción en su vida personal y laboral hablará del tipo de galeno del que se trata y, si pensamos que esto es exagerado, baste saber cómo lo tratan sus vecinos pues, no se refieren a él como “el señor”, sino como “el doctor”, lo que ya dice mucho de la responsabilidad de cuidar la imagen de marca personal.
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