Muy rara vez pensamos en crear un mapa para nuestro crecimiento profesional. Habitualmente nos encontramos consumidos por la carrera, cómo pasar el curso de medicina forense sin desmayar, el internado, cómo entrar a la residencia, cumplir expectativas predeterminadas y francamente toda nuestra energía se agota en encontrar la forma de simplemente sobrevivir.
¿Por que es necesario crear un plan de desarrollo profesional?
Más allá del reto que esta tarea implica, el simple hecho de salir de nuestra zona de confort conlleva ya un crecimiento personal y profesional, pues no se trata únicamente de reconocer nuestras limitaciones, sino también de ser conscientes de nuestras fortalezas y, quizás, percatarnos de que aquello que alguna vez consideramos imposible, en realidad no lo es tanto.
La belleza de crear un plan como éste, reside en que puede hacerse en cualquier nivel de formación profesional y básicamente se trata de un estudio introspectivo y una reflexión sobre nuestro nivel de aprendizaje y rendimiento en una etapa dada de nuestra carrera profesional.
La primera etapa de este plan de desarrollo profesional se trata de una revisión y crítica donde debemos valorar, “dónde me encuentro y cuáles son mis necesidades de aprendizaje para el futuro”…
A partir de ella surge la segunda fase, la cual nos ayudará a conocer los requerimientos educacionales que necesitamos para crecer a través de una sencilla pregunta, “¿qué pasos necesito tomar?”…
La tercera etapa consiste en crear una lista y un plan de acción que nos permita “desarrollar actividades” que nos permitan alcanzar la meta previamente establecida…
Finalmente, la cuarta fase consiste en medir los “resultados y beneficios que hemos podido observar” de todo lo anterior. Esto último tanto en nosotros mismos como en todo aquello que nos rodea, incluidos nuestros propios pacientes. A final de cuentas se trata de un círculo dinámico.
El establecer un hábito en cuanto a planes de desarrollo personal y profesional nos ayuda a tener una visión fidedigna de nuestras capacidades y habilidades a lo largo de nuestra vida, nos ayuda a encontrar lo que nos distingue entre otros colegas. Crea un hábito sustentable de superación y estudio dirigido y con metas claras.