Aunque podría antojarse una historia apocalíptica, lo cierto es que la ciencia ha demostrado significativos avances en los últimos años, de modo que ahora está en la posibilidad de predecir hechos sanitarios.
Al respecto, científicos del Laboratorio de Referencia de Enfermedades Contagiosas del Royal Melbourne Hospital, en Victoria, Australia, han anunciado que el mundo podría enfrentar en los próximos meses una epidemia de gastroenteritis a causa de una peligrosa cepa del norovirus.
Mike Catton, director del mencionado laboratorio, explicó que la cepa ha mutado desde que fuera detectada por primera vez en agosto de 2015, lo que hace pensar que podría franquear la inmunidad colectiva.
Esta cepa ha sido identificada como responsable de la mayoría de los casos de gastroenteritis registrados en Victoria en el último año y medio, de modo que, sostiene la investigación, podría convertirse en la próxima variante epidémica desde su primera detección en la ciudad a mediados de junio de este 2016 y producir “una epidemia entre mediados de agosto de este año y enero de 2017”.
Ante este panorama, la investigación concluyó que, de continuar estas tendencias, la nueva cepa del norovirus “tendría el potencial de ser predominante también en otras partes del mundo”.
Tomando como referencia datos históricos de los últimos 14 años, los investigadores explicaron que esta variante del patógeno podría expandirse por todo el mundo y convertirse en una pandemia.
Por ello, el responsable de salud de Victoria, Charles Guest, publicó una advertencia oficial sobre la posibilidad de un brote inminente, asimismo, señaló que:
Ocasionalmente, el virus cambia y se vuelve tan diferente que la comunidad no tiene una inmunidad efectiva.
Esto significaría que cualquiera que entre en contacto con el patógeno sería susceptible de presentar la enfermedad, indicó Guest.
Cabe recordar que los individuos más propensos a contraer gastroenteritis son los niños menores de cinco años de edad y los adultos mayores, mientras que los norovirus son una de las principales causas de enfermedades de transmisión alimentaria.
En Estados Unidos, por ejemplo, una gráfica de Statista con información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) muestra que este tipo de patógenos son la causa número uno de dichas enfermedades, pues entre 2006 y 2010 ocasionaron el 49 por ciento de los casos frente al 40 por ciento atribuible a bacterias, 6 por ciento a productos químicos, 4 por ciento originado por múltiples causas y apenas 1 por ciento debido a parásitos.
El anuncio de los científicos australianos cobra vital importancia al recordar que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha señalado que 1 de cada 10 personas enferman cada año al ingerir alimentos contaminados y 420 mil mueren como consecuencia de las enfermedades de transmisión alimentaria, pero son los niños menores de 5 años quienes corren mayor riesgo, ya que anualmente fallecen unos 125 mil cada año por este tipo de patologías.
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