La anticoncepción es un tema importante en mujeres que llevan procesos patológicos de evolución prolongada que las incapacita. Sobre todo, porque cada día aumenta el número de personas con padecimientos crónicos que no se resuelven espontáneamente, llevando a generar una carga personal y social que es necesario evaluar.
Los problemas del corazón, la diabetes, los tumores malignos y las complicaciones del hígado, son las principales causas de mortandad entre los mexicanos. Sin embargo, existen también otras afecciones consideradas no trasmisibles como las enfermedades respiratorias y los procesos neurodegenerativos, que también tocan a las féminas, complicando la etapa reproductiva.
Enfrentando grandes riesgos ante un embarazo
Un alto porcentaje de los embarazos son no deseados y se relacionan en gran medida con el poco uso de métodos anticonceptivos. Lo que hace que las mujeres en edad reproductiva con malestares crónicos, incrementen el riesgo de morbilidad y mortalidad materno-fetal, a pesar de la amplia oferta de métodos anticonceptivos que existen en el mercado.
Algunas encuestas muestran que la población femenina tiene una baja percepción del riesgo que implica un embarazo, cuando se usan fármacos para paliar afecciones de hipertensión, diabetes o cardiopatías. Por tanto, se debe saber que, aunque la anticoncepción oral también puede agregar contraindicaciones y efectos adversos al estado de salud, el riesgo asociado al periodo de gravidez es mucho mayor en las mujeres con enfermedades crónicas 1.
La exposición a medicamentos puede llegar a crear condiciones intrauterinas hostiles para engendrar, que dan paso a la preeclampsia, el desprendimiento de placenta, la diabetes gestacional y el parto prematuro. Por tanto, es importante buscar la forma de darle un manejo apropiado a las patologías y emplear métodos altamente efectivos de anticoncepción, para minimizar problemas tanto para la madre como para el feto, en una posible situación de embarazo.
La orientación medica es de gran validez y no se debe desaprovechar, ya que, el efecto global de los anticonceptivos hormonales va a depender teóricamente de la dosis del estrógeno (etinilestradiol), del tipo y dosis del progestágeno y de la clase de píldora empleada, ya sea combinada o sólo con progestágeno. Así mismo se debe evaluar otros métodos hormonales, anticonceptivos hormonales, implantes, parches, métodos de barrera o la esterilización permanente, según el caso.2
El abordaje del tema de la anticoncepción en mujeres con enfermedades crónicas, debe estar presente antes y durante el embarazo. Debido a que las consecuencias pueden ir más allá de la etapa de gestación, afectando la calidad de vida. Por tanto, las instituciones encargadas de velar por la salud y el bienestar de la sociedad deben implementar estrategias educativas y de apoyo, que favorezcan a las mujeres.
Además, porque efectuar cambios saludables en la nutrición y el estilo de vida, acompañados de un tratamiento adecuado para paliar enfermedades crónicas y métodos anticonceptivos seguros, pueden preparar a la mujer para ser madre, si así lo desea. Disminuyendo el riesgo de malformaciones congénitas, traumatismos durante el parto y diversas complicaciones neonatales que pueden aparecer si no se sigue un tratamiento bien estructurado y consciente.
Referencias:
- Veloz-Martínez MG, Hinojosa-Cruz JC, Vital-Reyes VS, Becerra-Alcántara GI, Delgadillo-Plascencia J. Anticoncepción en mujeres con enfermedades crónicas. Ginecol Obstet Mex 2015;83:393-399. Puede consultarse en: https://www.medigraphic.com/pdfs/ginobsmex/gom-2015/gom157b.pdf.
- 2. Toirac Lamarque Abelardo Salvador, Pascual López Viviana, Blanco Román Gladys, Daudinot Coss Carlos, Rodríguez Tabares Alejandro. Enfermedades crónicas no transmisibles. Caracterización comparativa para gestantes portadoras y su descendencia. MEDISAN [Internet]. 2013 Dic [citado 2021 Mar 02] ; 17( 12 ): 9094-9109. Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1029-30192013001200010&lng=es.