Los fármacos con efectos anticolinérgicos (DACE) se recetan comúnmente para el tratamiento en ancianos con diferentes afecciones como depresión, psicosis, enfermedad de Parkinson, espasmos musculares, alergia, exceso de ácido gástrico, náuseas y vómitos, trastornos de la motilidad intestinal, vejiga hiperactiva y enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Sin embargo, los adultos mayores tienen una probabilidad relativamente alta de estar expuestos a DACE debido a su alta comorbilidad médica y al número de medicamentos recetados y de venta libre.
La amplia distribución de los subtipos de receptores muscarínicos de acetilcolina (M1-M5) en el sistema nervioso central (SNC) y en el resto del cuerpo explica en gran medida la variedad de efectos adversos periféricos y del SNC con los DACE.
Efectos secundarios ¿Irreversibles?
Los efectos periféricos incluyen estreñimiento, boca seca, ojos secos, taquicardia y retención urinaria. Los efectos del SNC incluyen agitación, confusión, delirio, caídas, alucinaciones y disfunción cognitiva.
Recientemente se publicó un metanálisis en donde se da cuenta de lo anterior, que incluyó 18 estudios con 124.286 participantes para evaluar el riesgo de deterioro cognitivo, caídas y mortalidad por cualquier causa asociados al uso de fármacos con efecto anticolinérgico.
La exposición a medicamentos anticolinérgicos se asoció con la aparición de deterioro cognitivo (OR 1,45 [1,16-1,73]). Olanzapina y trazodona se asociaron a un aumento del riesgo de sufrir una caída (OR 2,16 [1,05-4,44] y RR 1,79 [1,60-1,97], respectivamente) asociación no observada en el caso de amitriptilina, paroxetina y risperidona (RR 1,73 [0,81-2,65], RR 1,80 [0,81-2,79] y RR 1,39 [0,59-3,26], respectivamente). Un aumento de una unidad en la escala ACB multiplicó por 2 la probabilidad de muerte por cualquier causa (OR 2,06 [1,82-2,33]).
Memoria y cognición
En el estudio citado a continuación, también se notó que el eurotransmisor a cetilcolina (ACh) es fundamental para la comunicación entre las neuronas y el músculo en la unión neuromuscular para modular la postura y el movimiento, la neurotransmisión directa en los ganglios autónomos y las vías cerebrales que participan en la memoria y la función cognitiva.
En el núcleo basal, las neuronas colinérgicas del prosencéfalo basal identificadas inervan la corteza cerebral, el complejo amigdaloide o hipocampo-pus y son necesarias para el aprendizaje y la formación de la memoria.
Por lo tanto, se observó que el uso de un fármaco anticolinérgico, como el antagonista escopolamina, administrado para curar a los voluntarios resultó en un deterioro de la función de la memoria, similar al que se produce en la demencia de Alzheimer.
La evidencia reciente también ha demostrado que las DACEs pueden afectar el rendimiento cognitivo así como la función física en adultos mayores.
Efectos adversos periféricos
Por ejemplo, la disminución normal de la memoria relacionada con la edad podría aumentar con la susceptibilidad a los posibles efectos secundarios cognitivos de las DACE. Las condiciones comórbidas en los adultos mayores, incluida la enfermedad de Parkinson y la diabetes tipo 2, también pueden predisponer a una disminución del reconocimiento y amplificar los efectos de las DACE sobre la función cognitiva.
El deterioro cognitivo está asociado con una gran carga de enfermedad en la población que envejece, lo que restringe las actividades diarias y puede dar lugar a grandes necesidades de atención.
Las caídas también son una fuente importante de hospitalización, institucionalización a largo plazo y muerte en adultos mayores y una disminución en la capacidad para caminar puede conducir a una disminución en la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria de manera independiente, una mayor dependencia de los demás para obtener ayuda y un mayor riesgo de aislamiento social.
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