En Estados Unidos, tras el fracaso de los esfuerzos republicanos para revocar y reemplazar la Ley de Cuidado Asequible (Ley ACA), mejor conocida como Obamacare, el bloque demócrata está trabajando en varias propuestas para armar un proyecto de ley que regule el precio de los medicamentos.
La propuesta, respaldada por el senador independiente Bernie Sanders, el demócrata Al Franken y una coalición de este partido, pretende controlar los precios de los fármacos para hacerlos más accesibles a la población.
El cambio que persiguen es de enorme magnitud, pues busca que las farmacéuticas informen públicamente los costos de desarrollo, fabricación y comercialización de los medicamentos.
De igual forma, permitiría que Medicare (el programa de seguro médico para mayores de 65 años de edad y personas con discapacidad) negocie los costos de los fármacos; así como fijar impuestos a las compañías que implementen grandes alzas de precios; y enviar más informes por grupos de asistencia a pacientes que reciben fondos farmacéuticos.
Entre otros aspectos, la Ley permitiría:
- Importar medicinas más baratas y seguros desde Canadá.
- Acabar con la deducción del impuesto a la publicidad directa al consumidor.
- Prohibir arreglos de pago por retardo que mantengan genéricos fuera del mercado.
- Crear incentivos para reforzar los genéricos y la competencia de fármacos.
Asimismo, unos 10 mil millones de dólares estarían reservados en 10 años para que los Institutos Nacionales de la Salud establezcan un Centro de Investigación Clínica para llevar a cabo todas las fases de prueba, de esta forma, en caso de que un programaba lograra la aprobación de la FDA, el centro tendría que asociarse con los fabricantes para obtener la medicina.
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