El último mes del año está relacionado con fiestas, comida y reuniones familiares. Aunque detrás del ambiente de celebración también hay una parte negativa y es la ansiedad navideña. Este fenómeno se convierte en un desafío que, sin una estrategia adecuada, afecta a empresas enteras.
En especial dentro del campo médico hay una fuerte presión laboral. Siempre hay algo que hacer y los pacientes no siempre son amables. Esta situación deriva en problemas de salud física y mental como el Síndrome de Burnout.
“Diciembre es un mes en el que convergen múltiples factores que aumentan la presión laboral y personal. Se parece a estar en la línea de meta de un maratón: la banda está justo enfrente de ti pero el agotamiento puede hacer que llegar al final sea una misión casi imposible. Por ello, es muy importante que los líderes sean conscientes de esta dinámica, a fin de alinear prioridades y asegurarse de que el equipo no resulte afectado en el proceso”, afirmó Saskia de Winter, socia fundadora y Directora General de Saskia de Winter Training.
¿Por qué ocurre la ansiedad navideña?
- TAE, más que un mito: En México, el Trastorno Afectivo Estacional (TAE) podría parecer poco relevante, ya que el clima no es tan extremo como en otros países. Sin embargo, el estrés acumulado y las altas expectativas laborales pueden hacer que muchas personas experimenten síntomas como irritabilidad, cansancio y dificultades para concentrarse, incluso en esta temporada.
- Presión por cumplir las metas: Para muchos, diciembre es el mes de los cierres de ciclo y la llegada a las KPIs. Esta presión por cerrar ventas, cumplir con los objetivos y entregar proyectos puede resultar abrumadora.
- Vacaciones, de vida o muerte: Organizar vacaciones puede resultar un dolor de cabeza. Las solicitudes de permisos suelen chocar con las necesidades operativas de la empresa, lo que deja a algunos colaboradores frustrados por no poder descansar y otros sobrecargados por cubrir las ausencias.
- Más vida social, más fatiga: Las posadas, cenas y celebraciones de fin de año son momentos clave para la cohesión del equipo, pero también pueden generar ansiedad navideña. Este cansancio acumulado puede afectar la concentración y la productividad, creando un terreno propicio para el error.
Pep Guardiola, un caso de presión extrema
Los líderes de equipos, sin importar el área en la que trabajen, enfrentan la presión y el estrés derivados de la toma constante de decisiones. Un claro ejemplo de esto es Pep Guardiola, director técnico del Manchester City, quien recientemente acaparó la atención de los medios cuando, durante un partido, experimentó un ataque de ansiedad tan fuerte que comenzó a rasguñarse la cabeza. Este gesto despertó preocupación entre sus seguidores, ya que reflejaba el nivel de estrés al que puede llegar incluso un líder tan experimentado.
“Este tipo de situaciones demuestra que, aunque los líderes estén acostumbrados a lidiar con situaciones de alta presión, incluso ellos pueden verse superados por la carga emocional de los momentos cruciales. Sin embargo, este nivel de estrés no tiene por qué ser inevitable, es posible prevenir este tipo de reacciones trabajando en herramientas efectivas para gestionar tanto al equipo como a sí mismos”.
¿Cómo prevenir la ansiedad navideña?
- Propiciar la comunicación abierta. Diciembre no solo trae tareas pendientes, también emociones encontradas: nostalgia, expectativas y a veces frustración. Los líderes deben abrir espacios de diálogo no solo para hablar de objetivos, sino para que el equipo comparta cómo se siente.
- Establecer metas claras que resuenen. El fin de año suele sentirse como una maratón interminable. Para reducir la ansiedad, desglosa los objetivos en pequeñas metas alcanzables y conéctalas con un propósito. En lugar de solo hablar de resultados, destaca cómo estos logros contribuyen al éxito del equipo y de la empresa
- Fomentar el autocuidado recordando el espíritu de la temporada. Como líder, muestra con tus acciones lo importante que es la desconexión. Recuerdale a tu equipo que dedicar tiempo a su familia o a disfrutar de pequeños placeres navideños no solo mejora su salud mental, sino que les permite volver al trabajo renovados.
- Capacitarse en el manejo del estrés. Aprender técnicas de manejo del estrés no solo beneficia a los líderes, sino que inspira al equipo a imitarlas. Practicar respiración profunda, meditación o incluso compartir una breve caminata puede cambiar el ambiente laboral.