Después de dos intentos previos, Andrés Manuel López Obrador logró convertirse en presidente constitucional de México este año. Es claro que se trata de un momento histórico para nuestro país, además de que ha logrado polarizar a la población.
De esta forma, en su discurso de investidura como presidente del país, el tabasqueño mencionó su plan de trabajo. Algo que llamó la atención fue su declaración acerca de que trabajará el doble para ofrecer resultados en un menor tiempo.
Durante mi gobierno me comprometo a trabajar 16 horas al día para que, lo que tomaría 12 años en hacer, se logre en seis.
En ese sentido, al igual que cuando fue Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, López Obrador ha cumplido con la realización de conferencias de prensa diarias a las 6 de la mañana en punto. Posteriormente se traslada a distintos puntos como parte de su agenda de trabajo.
¿Trabajar mucho significa trabajar mejor?
Si bien, lo anterior es una muestra de lo trabajador que puede ser Andrés Manuel, el hecho de realizar tantas actividades a diario puede ser contraproducente para su salud.
Al respecto, especialistas en desarrollo organizacional coinciden en que trabajar más horas no tiene relación con ser eficiente ni ofrecer mejores resultados. De hecho, todos coinciden en que después de 6 horas consecutivas de trabajo disminuye la capacidad cerebral y se puede comprometer la salud.
A su vez, también se debe considerar que López Obrador tiene 65 años de edad y en el 2013 sufrió un infarto agudo al miocardio. Con sus antecedentes de salud cardíaca, el hecho de esforzarse es demasía puede resultar peligroso.
Y tú como médico, ¿permitirías que un paciente de esa edad tuviera un ritmo de trabajo así?