El ruido en exceso puede provocar malestares como insomnio o dolor de cabeza en tus pacientes, sin embargo, las consecuencias podrían incluso ser mayores y llegar a provocar cuadros clínicos de depresión. Así lo alertaron Everardo Camacho y Claudia Vega Michel, académicos del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO).
De acuerdo con su investigación, el ruido puede llegar a provocar que las personas desarrollen enfermedades virales o bacterianas, además de tener un impacto directo en la calidad del sueño de las personas, así como inducirlas al consumo de alcohol y tabaco.
Como parte de su investigación, los académicos estudiaron a 50 personas que viven en zonas ruidosas y otras 50 que viven en espacios tranquilos y relajados, les tomaron muestras de saliva a los participantes cuatro veces al día y luego, a través de la prueba conocida como Elisa, revisaron de cerca los salivazos, con un microscopio, y continuaron una serie de pasos metodológicos rigurosos.
Fue así que descubrieron que como consecuencia de una exposición prolongada a un ambiente ruidoso, las personas pueden llegar a presentar trastornos mentales como depresión, mismos que tienen un impacto en su vida cotidiana y laboral.
Finalmente, los académicos concluyeron que es importante identificar si se está expuesto a un ambiente ruidoso en el que se sobrepasen los 85 decibeles de manera continua porque, de acuerdo con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo recomendable es vivir en zonas en las que no se rebasen los 65 decibeles.
Hay personas que creen que se habitúan y no es cierto; lo que pasa es que van perdiendo la audición y escuchan menos ruido.