Uno de los grandes problemas que enfrenta México en materia de salud, al igual que muchos otros países de la región de Latinoamérica, es la baja percepción de sangre que registra anualmente, particularmente en el rubro de las donaciones altruistas, de las cuales nuestro país registró únicamente un millón 700 mil durante el año pasado.
Sin embargo, a la baja percepción sanguínea registrada en nuestro país se suma otro problema toda vez que una investigación realizada por especialistas de la Universidad de Alabama (AU), ubicada en Estados Unidos, ha llegado a la conclusión de que la sangre almacenada durante largos períodos de tiempo presentaba un riesgo al momento de tener que realizar una transfusión, esto en comparación con el líquido más fresco.
Como parte del citado trabajo, se detectó que los roedores que habían recibido transfusiones de sangre almacenada durante un largo periodo de tiempo tuvieron un mayor daño bacteriano en los pulmones y mayor mortalidad, además de mayores niveles de acumulación de fluidos y bacterias en los pulmones.
Al respecto, el investigador Rakesh Patel del AU y líder del proyecto, mencionó que estos resultados deben de abrir la puerta para desarrollar nuevas estrategias que aumenten la seguridad durante el proceso de captación, almacenamiento y transfusión de sangre.
Reconocemos que quedan pendientes muchas cuestiones y retos pero vemos nuestros datos como generadores de hipótesis. Clínicamente, nuestros hallazgos subrayan la necesidad de establecer si el tiempo de almacenamiento también presenta daños en las transfusiones de sangre entre humanos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoció que a nivel global todavía es necesario implementar nuevas acciones para incentivar la donación de sangre, por lo cual decretó el 14 de junio como el Día Mundial del Donante de Sangre.