Son muchos los estudios que se han publicado en relación con el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y la alimentación. Algunos alimentos tienen un efecto cardio-protector y nutrientes que son considerados saludables, pero también, existen alimentos que pueden tener un carácter no tan saludable en términos relacionados con la enfermedad cardiovascular. Dentro de las dietas consideradas cardiosaludables, se encuentra la dieta mediterránea. Está dieta se caracteriza por el alto contenido de verduras, frutas, legumbres, frutos secos, pescado azul y aceite de oliva, pero lo más importante y destacado es que se trata de una alimentación equilibrada, saludable y variada[1].
En los países latinoamericanos como Colombia, se indica que el consumo de frutas, verduras y hortalizas es insuficiente, frente al exceso de productos cárnicos, grasas saturadas, carbohidratos, alimentos con un alto contenido de sodio y azúcares refinados.
Y, en cuanto a los malos hábitos alimenticios, no se puede exceptuar a los adultos mayores, sobre todo si se tiene en cuenta el alto índice de enfermedades como la diabetes de tipo 2, la hipercolesterolemia y la hipertensión arterial, que tienen una alta prevalencia entre la población mayor y que son consideradas como factores de riesgo determinantes en relación a las enfermedades cardiovasculares.
Entre las recomendaciones elaboradas por las organizaciones de salud, para seguir una dieta cardiosaludable están:
- Aumentar el consumo diario de frutas y hortalizas. La recomendación es consumir cinco porciones de fruta, hortalizas y verduras al día, por su efecto saciante y alto contenido de nutrientes y fibra. La recomendación es tomarlas enteras y crudas, pero si es necesario cocerlas, se aconseja hacerlo al vapor.
- Legumbres: es necesario garantizar la presencia de legumbres en la dieta, pero se debe cuidar su preparación y evitar adiciones con alto contenido de grasa.
- Los cereales, de preferencia integrales: el arroz, el centeno, el trigo, la avena, etc., suelen tomarse refinados. Sin embargo, son los cereales integrales los que tienen las propiedades cardiosaludables. Cuando no han sido procesados, sus cualidades son determinantes en la reducción del riesgo de diabetes del tipo 2, la hipertensión arterial, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares.
- Frutos secos: se ha demostrado el beneficio para la salud, que tiene el consumo de dos o tres nueces diarias.
- Menos carnes rojas y más pescado: los pescados como el salmón, sardinas, atún, caballa, que aportan ácidos grasos esenciales, como el Omega 3.
- Huevos: es importante el consumo de huevo, siempre que no se exceda en su consumo.
- Lácteos: su aporte de calcio es fundamental, sin embargo, su grasa puede perjudicar al sistema cardiovascular, por lo que es preferible, para las personas mayores, que consumen los lácteos descremados.
- Limitar el consumo de sal: está demostrado que se debe limitar el consumo de sal a 3 gramos diarios para recibir beneficios. Es necesario tener en cuenta que, la mayor parte de la sal que se ingiere procede de alimentos pre cocidos, el pan, las salsas, el queso.
Además, los expertos recomiendan, reducir el consumo de bebidas azucaradas, alcohol, cocinar los alimentos al vapor o a la plancha, con pocas especias, hacer cinco comidas al día y realizar ejercicio diariamente, para mantener la buena salud del sistema cardiovascular.
[1] https://www.who.int/nutrition/publications/obesity/WHO_TRS_916_spa.pdf
- Material dirigido solo a profesionales de la Salud
- Información realizada para profesionales de la salud en territorio colombiano
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