A propósito del Día del amor y la amistad, científicos y especialistas del Centro de Investigación Biomédica de Occidente (CIBO) del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) del Estado de Jalisco alertaron sobre la existencia de la “enfermedad del beso”, o mononucleosis, un padecimiento que en muchas ocasiones es confundida con la faringoamigdalitis, en nuestro país.
La “enfermedad del beso” fue identificada por vez primera en el año de 1920 bajo la descripción de ser una infección en las amígdalas. Curiosamente, no hacia referencia al contacto labial que representa un beso, sino, por otro lado, fue apodada de esta manera debido al grado de hinchazón que daba la apariencia de que por la proximidad entre ellas, terminarían por encontrarse. Se hinchaban tanto, que parecían estar cada vez más cerca de “besarse”. Así, el significante se fue deformando hasta la fecha.
En este orden de ideas, la mononucleosis se desarrolla lentamente como una infección de garganta, hay dolor localizado y fiebre, pero no muy elevada. En los episodios más agudos se pueden referir signos de síndrome de fatiga crónica .
El microorganismo responsable de este pedecimiento, capaz de incubar durante seis semanas, es el epstein-barr, el cual se estima que afecta al 100 por ciento de población en algún momento de su vida.
De acuerdo con un información de un comunicado publicado por el diario local El Mañana, el doctor Alberto Villaseñor Sierra, investigador del CIBO recomienda a la población tomar sus precauciones para prevenir el avance de esta enfermedad.
La mononucleosis sólo requiere de un tratamiento similar al de las infecciones respiratorias: además de medicamento, es necesario evitar cambios bruscos de temperatura, guardar reposo, usar cubrebocas y abstenerse del contacto sexual (vaginal, anal y oral) para limitar el ciclo de transmisión, ya que los fluidos de estas partes del cuerpo también son vías de contagio.