Con motivo de Navidad, muchas personas se toman breves descansos para compartir con la familia e, incluso, para darle un giro ameno a su trabajo, como lo hicieron Sebastian Straubecorresponding y Xiangning Fan hace un año.
A fin de hacer reflexionar a la gente sobre un tema muy particular (desde un ángulo graciosos): la salud ocupacional en el adulto mayor, estos autores usaron la imagen de San Nicolás para publicar un artículo científico al respecto, “The occupational health of Santa Claus”.
Entre otros aspecto, se señala que la seguridad de la maquinaria con la que trabaja es cuestionable, pues carece de cinturones, por ejemplo. A esto se suma que la gente en muchos países suele dejarle una copa de brandy en Nochebuena, lo que no es recomendable considerando que debe conducir.
Straubecorresponding es médico ocupacional y se ha preocupado por las largas jornadas laborales de Santa Claus, pues aunque son una vez al año, se trata de un adulto mayor que trabaja por la noche en periodos mayores a las ocho horas recomendadas.
Por otra parte, añade el análisis sobre San Nicolás, las galletas y litros de leche que ingiere en una sola noche abonan a su sobrepeso y ponen en riesgo su salud cardiovascular.
Asimismo, menciona el estudio, tener que atravesar las 24 zonas horarios entre el 24 y 25 de diciembre agrega a su condición los estragos del jet lag, ya que de esta forma trabaja hasta 36 horas continuas.
Dado que la salud mental es clave para el trabajador, el estrés por el que pasa juega papel determinante, así que, incluso, advierten los expertos, podría presentar un trastorno obsesivo compulsivo por tener que atender la lista de regalos.
Teniendo en cuenta que Santa Claus es un anciano y debe enfrentar fuerte carga de trabajo, el médico ocupacional opina, a pesar de lo que puedan decir los niños, que convendría pensar en buscar un sucesor.
Imagen: Bigstock