Los fenómenos naturales suelen ser los mayores verdugos del mundo. Muchos de ellos se presentan de forma intempestiva y dejan severos daños irreparables en la población. El caso más reciente fue el ciclón Idai que azotó la zona sureste de África. Hasta el momento se contabilizan más de 300 muertos y 2.8 millones de damnificados. Por lo anterior ya se le considera como uno de los peores desastres climáticos de la historia en el hemisferio sur.
Los albergues instalados son insuficientes y las consecuencias inmediatas han sido miles de casos de diarrea y enfermedades respiratorias. El tener que vivir en la intemperie por culpa del ciclón cada vez provoca daños más graves.
El peligro continúa porque las consecuencias del ciclón podrían ser monumentales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un reporte del panorama. En el documento se menciona el peligro latente de un brote de cólera, sarampión y otras enfermedades infecciosas.
De toda la zona sur del continente, la nación que resultó más afectada fue Mozambique. La mayoría de la población vive en condiciones precarias, pero ante el golpe del ciclón la situación se agudizó. Desde el 2013 cada año se viven brotes de cólera que dejan, en promedio, 2 mil casos anuales.
La OMS afirma que se debe estar preparado para el peor de los escenarios. Por lo pronto, varios expertos ya se trasladaron a Mozambique para analizar el aspecto sanitario. Dentro de los suministros que se enviaron se encuentran 10 mil tratamientos contra la malaria y material para atender a heridos graves.