De acuerdo con La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO), la obesidad es una de las grandes epidemias de nuestros tiempos. Cerca de 1 de cada 8 pacientes adultos en el planeta la padece. No solo eso, sino que está fuertemente ligada a múltiples condiciones crónico-degenerativas. Entre ellas, una amplia variedad de tipos de cáncer.
Esta última relación podría explotar en el corto plazo. Así lo advirtió un estudio en The Lancet Public Health. Los investigadores a cargo del documento fueron liderados la Sociedad Americana de Cáncer. Apuntan que, al menos en Estados Unidos, se ha experimentado un importante incremento de los tumores ligados a la obesidad entre millennials.
Una advertencia sobre la epidemia de obesidad
Ahmedin Jemal, autor líder del estudio, comentó que se analizaron datos entre 1995 y 2014. Su información contenía registros de 30 cánceres diferentes. 12 de ellos fueron ligados a la obesidad en investigaciones previas. Posteriormente, se calculó la incidencia anual de cada uno de estos tumores. En total, se contabilizaron 14.7 millones de nuevos casos en todo el periodo de 20 años.
Para 8 tumores, algunos relacionados al Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) y tabaquismo, la incidencia mostró una clara tendencia descendente. Sin embargo, en 6 de las 12 neoplasias ligadas a la obesidad, se registró un crecimiento consistente en el número de casos. El fenómeno incluyó tumores colorrectales, de endometrio, vesícula, riñones, páncreas y mielomas.
Los millennial son la población más afectada. En general, presentaron un incremento en la tasa de nuevos cánceres de más del doble con respecto a los nacidos en la década de 1950. Para la comparación, se utilizó información de cuando las cohortes tenían la misma edad. Particularmente los tumores de riñón tuvieron una incidencia preocupante. Los nacidos en 1985 parecen ser hasta 5 veces más sensibles a tener esta neoplasia con respecto a los baby boomer en su juventud.
Todos menos 2 de los 18 cánceres no ligados a la obesidad bajaron su incidencia entre la población millennial. Jemal afirma que se trata de una advertencia para los servicios de atención primaria. Comenta que los médicos deberían tener más en cuenta el Índice de Masa Corporal al revisar a pacientes jóvenes. También llamó a aplicar estrategias federales de prevención. Por ejemplo, campañas para promover hábitos alimenticios más saludables.