La administración de alimentos por sonda nasogástrica (SNG) es una práctica habitual en los hospitales ya que una de sus principales ventajas es la fácil colocación de la sonda que llega directamente al estómago, siendo una vía más fisiológica al no saltarse la etapa digestiva gástrica.
En los pacientes de Cuidados Intensivos, esta sonda, a su vez, se utiliza para la administración de tratamiento farmacológico, para lo cual, es necesario abrir cápsulas o triturar los comprimidos para su dilución. Este proceso, sumado a las interacciones de los medicamentos con la nutrición enteral, altera las propiedades de los fármacos modificando su perfil farmacocinético, el efecto farmacológico y la intensidad de los efectos secundarios, origina también obstrucciones de la sonda.
La realización de este procedimiento exige conocer las formas farmacéuticas disponibles, saber qué medicamentos pueden o no triturarse y cuál es la técnica correcta para su administración.
Recomendaciones según forma farmacéutica
Líquidas su presentación será: soluciones, suspensiones, sobres, jarabes, gotas y ampollas. En general son las más adecuadas para su administración por sonda. Son más adecuados los elixires, suspensiones y soluciones y menos los jarabes. En estas Formas líquidas el principio activo se encuentra en un medio líquido, ya sea disuelto (solución) o disperso (suspensión). Para la administración de comprimidos y cápsulas a través de sondas, hay que tener en cuenta que algunos fármacos permiten modificar su forma farmacéutica sin alterar sus propiedades mientras que otros no. Es importante tener en cuenta tres aspectos: osmolaridad, contenido en sorbitol y viscosidad.
En cuanto a las drogas sólidas: Su presentación será: cápsulas duras, cápsulas blandas, comprimidos y grageas. Cápsulas duras: contienen un PA sólido en su interior. En las cápsulas de gelatina blanda existe discrepancia entre diferentes autores; unos consideran que no deben manipularse su contenido porque se oxida y se adhiere a las paredes de la sonda, originando una incorrecta dosificación, mientras que otros sostienen, que, aunque no es lo más adecuado, sí pueden ser administrados a través de una sonda digestiva1.
Si las formas farmacéuticas son sólidas caben dos posibilidades: Aquellas en que no es posible la trituración y en la manipulación se perderían las propiedades del preparado y por tanto sus efectos no serían los esperados.
Presentaciones que sí pueden triturarse. En este caso el procedimiento de trituración se efectuará hasta conseguir un polvo fino homogéneo. Posteriormente se diluirán con 10-20 ml de agua que favorezca la absorción y evite la obstrucción de la sonda. Las cápsulas se vaciarán de su contenido y se procederá de la misma forma que con los triturados.
También tiene mucha trascendencia la ubicación del extremo distal de la sonda. Si ésta se encuentra en el estómago, el hecho de ingerir pequeños volúmenes hiperosmolares generalmente no provoca una intolerancia gastrointestinal, ya que su capacidad de dilución compensa este hecho. Sin embargo, si la punta de la sonda descansa en el duodeno o yeyuno requiere una mayor dilución del mismo porque se inhibe la función de dilución del estómago, la aparición de líquido hiperosmolar puede generar intolerancia en forma de diarrea, al carecer esta sección del poder de dilución del estómago. Para obviar este problema es aconsejable diluir previamente antes de administrar 2.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Goñi Viguria L. Sánchez Sanz A. Baztán Indave M.C. Asiain Erro. Administración de fármacos por sonda digestiva Diplomadas en Enfermería. Enferm Intensiva. 2001;66–79.
- Cameán-Fernández. Servicio de Farmacia. Hospital Universitario Virgen Macarena. Sevilla., editor. Fármacos administrados por sonda [Internet]. Vol. 33. RPD 2010; 2010. Disponible en: https://www.sapd.es/revista/2010/33/1/09