Tal y como se dio a conocer el lunes en distintos medios de comunicación, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, aterrizó en el hangar de la Procuraduría General de la República (PGR) en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, después de haber salido de las instalaciones de la Fuerza Aérea Guatemalteca.
Sin embargo, pocas horas después de su arribo al Reclusorio Norte de la CDMX, el médico de esta institución penitenciaria reportó que Duarte toma pastillas desde hace tres años para controlar la depresión y que además ingiere gotas para evitar crisis de ansiedad.
Otros padecimientos que supuestamente afectan la salud del veracruzano
Durante el proceso de auscultación médica, Javier Duarte aseguró que desde hace cinco años toma medicamentos para controlar su hipertensión, específicamente 40 miligramos de Telmisartán todas las noches, además de otro fármaco (Rosuvastatina) para un problema de hígado graso.
De acuerdo con varios expertos médicos, mantener el tratamiento médico del exgobernador de Veracruz para que “no colapse física o emocionalmente”, costará a México entre 17 mil 427 pesos y 26 mil pesos anuales, esto dependiendo si los médicos penitenciarios le administran fármacos genéricos o de patente.
Una nota publicada por El Universal a principios de julio, señala que las crisis de depresión y agresividad que Javier Duarte padecía eran bien conocidas entre sus antiguos colaboradores, situación que lo obligaba a tomar diversos medicamentos para poder dormir.
Por último, Javier Duarte tuvo una cita con un psiquiatra el día de ayer para una valoración general de su estado mental.
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