Las alergias alimentarias son un tema de creciente preocupación en la salud pediátrica. En la última década, la prevalencia de estas alergias ha aumentado notablemente, lo que ha generado un enfoque más intensivo en su diagnóstico y manejo. Las alergias alimentarias más comunes en la infancia incluyen la leche, el huevo, el maní, los frutos secos, el trigo, la soja y el pescado.
Existen alimentos potencialmente alérgenos
El manejo de las alergias alimentarias en niños ha avanzado significativamente gracias a nuevas investigaciones y enfoques terapéuticos. Una de las estrategias más innovadoras es la introducción temprana de alimentos potencialmente alérgenos. Estudios recientes han demostrado que la exposición temprana a estos alimentos puede reducir el riesgo de desarrollar alergias. Por ejemplo, la introducción del maní a una edad temprana (entre los 4 y 6 meses) ha demostrado disminuir la prevalencia de la alergia al maní en niños con alto riesgo, como aquellos con antecedentes familiares de alergias.
El diagnóstico temprano sigue siendo un pilar fundamental en el manejo de las alergias alimentarias. Las pruebas cutáneas y los análisis de sangre para detectar IgE específica son herramientas clave, pero cada vez más se utilizan pruebas de provocación oral bajo supervisión médica para confirmar el diagnóstico, lo que permite diferenciar entre reacciones alérgicas verdaderas y reacciones no alérgicas.
Es fundamental que padres, cuidadores y profesionales de salud trabajen juntos en las alergias alimentarias
Otro aspecto destacado es la inmunoterapia oral (ITO), un tratamiento emergente que consiste en administrar gradualmente al niño el alérgeno en pequeñas dosis, aumentando de forma controlada hasta que el organismo desarrolle tolerancia. Aunque aún se encuentra en fase de investigación, los resultados iniciales muestran que puede ser una opción prometedora para reducir la severidad de las reacciones alérgicas.
Es fundamental que los padres, cuidadores y profesionales de la salud trabajen juntos en un plan de manejo individualizado para cada niño, que incluya educación sobre la identificación de alérgenos, cómo actuar en caso de emergencia y, en algunos casos, el uso de medicamentos como la epinefrina.
El manejo de las alergias alimentarias en la infancia está evolucionando, con avances significativos en la prevención, diagnóstico y tratamiento, lo que brinda esperanza a muchas familias que enfrentan este desafío.